Hugo Chávez ‘fracasa’ en su plan de frenar la escalada del dólar paralelo

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Hugo Chávez ‘fracasa’ en su plan de frenar la escalada del dólar paralelo

Los últimos anuncios en Venezuela sobre las limitaciones para el envío de remesas al exterior han hecho que el dólar paralelo vuelva a dispararse esta semana hasta rozar los máximos históricos alcanzados el pasado mes de marzo. En concreto, el billete verde despidió la semana en los 6,80 bolívares por dólar en el mercado negro de divisas, y todo ello a pesar de la cruzada emprendida por Chávez para ajustar el tipo de cambio en el llamado mercado permuta.

Según los analistas consultados por Americaeconomica.com, el mandatario bolivariano ha vuelto a entrar en la dinámica de obligar a los empresarios a comprar bonos para venderlos por un valor nominal más bajo y obtener dólares por un valor tres veces más alto, a consecuencia de la escasez de divisas que sufre el país.

El valor del dólar paralelo se ha disparado tras dos semanas sin que se haya experimentado ningún movimiento y en las que se ha mantenido en 6,60 bolívares por dólar, una tasa que triplica al tipo de cambio oficial, establecido en las 2,15 unidades.

No es la primera vez que ocurre esto en Venezuela porque el pasado mes de abril la incertidumbre política en el país y la restricción al acceso de divisas por parte de la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi) dispararon al dólar paralelo hasta los 7,10 bolívares por dólar, unas cifras nunca vistas que, según los expertos consultados por este diario, demuestran la fragilidad de las finanzas venezolanas y la escasez de billetes verdes en el país.

Los expertos han explicado que la estrategia emprendida por Chávez con los bonos no es la primera vez que se produce, aunque en otras ocasiones los más perjudicados han sido los bancos privados del país. Pero en este caso el mayor problema es la escasez de divisas que provoca que los empresarios venezolanos no estén en disposición de comprar muchos bienes que necesitan para continuar con su producción normalmente.

Darwin Albarado, director de la escuela de Economía de la Universidad de Carabobo, confirmó a Americaeconomica.com que la escasez de divisas en el país originada a raíz de la caída de los ingresos petroleros, ha llevado a la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi) a reducir de 1.800 dólares a 900 dólares la cantidad autorizada para el envío de remesas a familiares en el extranjero.

Según las fuentes financieras consultadas, la noticia ha caído esta semana como un jarro de agua fría entre la población venezolana, meses después de que el Gobierno de Hugo Chávez también obligase al organismo a reducir la cantidad de dólares que los viajeros pueden sacar cuando se van a algún país extranjero.

La medida, que entra en vigencia de inmediato, también establece una serie de trámites para acceder a las divisas, que oficialmente cotizan a 2,15 bolívares por dólar. El beneficio sólo puede ser solicitado por venezolanos o extranjeros legalmente residenciados en el país y destinado a abuelos, padres, hijos, nietos o cónyuges.

La disposición notifica que quedan suspendidas todas las autorizaciones actuales que excedan el monto ajustado, así como aquellas que no cumplan con el perfil de beneficiario fijado por las autoridades.

Venezuela ha sufrido una drástica merma de sus ingresos por el desplome de los precios del petróleo en el mercado internacional como consecuencia de la crisis económica global. Pese a que el presidente Hugo Chávez ha dicho que la crisis no ha afectado al país latinoamericano, varios sectores productivos están sintiendo un descenso en la entrega de divisas para importación de insumos y bienes.

El ente administrador ha reducido en los últimos años la asignación anual de divisas para viajeros, que pasó de 5.000 dólares en 2003 hasta los actuales 2.500 dólares anuales. La Cadivi informó que estudia nuevas normas para la asignación de divisas para viajeros, que podrían entrar en vigor el próximo julio, como parte de las medidas oficiales para «cuidar» la reserva monetaria del país petrolero, que este año enfrenta una caída del 50 por ciento en sus ingresos nacionales.

El Gobierno del presidente venezolano anunció en marzo que en adelante la prioridad en la asignación de divisas serán los sectores de alimentos y medicinas, debido a la sequía de dólares derivada del derrumbe de los precios del petróleo. Sin embargo, y tal y como publicaba el pasado viernes este diario (ver en ‘Números Anteriores’), el destino de esas escasas divisas está siendo fundamentalmente para cumplir con la política de nacionalizaciones de Chávez.

Ayer mismo, Chávez anunciaba la creación de una Comisión que se encargará del traspaso del Banco de Venezuela al Estado, que pagará 1.050 millones de dólares (unos 761 millones de euros), por la entidad al español Grupo Santander. El mandatario ha indicado que esta ‘comisión de enlace’ está encabezada por Eugenio Vásquez Orellana, que es el actual presidente del Banco Nacional de Vivienda y Habitad.

Está previsto que el próximo 3 de julio el Estado venezolano asuma el control del Banco de Venezuela, tras cancelar al Santander unos 630 millones de dólares y emitir dos pagarés por 210 millones de dólares, con vencimiento el 3 de octubre y 30 de diciembre.

Sólo el dinero que el mandatario tendrá que presentar a partir del 3 de julio para la compra del Banco de Venezuela supera en un 39,4% los 753 millones de dólares que la Cadivi autorizó para la adquisición de alimentos entre enero y marzo. A los 1.050 millones que tendría que pagar al Grupo Santander, hay que sumar los 600 millones de dólares que el país debe a los exportadores ecuatorianos y peruanos, por no hablar de los 13.800 millones que, según cifras de la prensa local, Pdvsa adeuda con sus proveedores. Todavía están pendientes, además, los procesos de arbitraje internacional iniciados por Cemex, ConocoPhillips y ExxonMobil.

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