Las eléctricas europeas se comprometen a no abrir nuevas centrales de carbón a partir de 2020

Energía

Las eléctricas europeas se comprometen a no abrir nuevas centrales de carbón a partir de 2020

La asociación Eurelectric, que representa a 3.500 empresas, ha anunciado que sus miembros dejarán de invertir en la construcción de plantas que usan el combustible fósil.

Carbón

El sector eléctrico europeo se ha anunciado su intención de dejar atrás el carbón y apostar por una energía más limpia. Eurelectric, la asociación que reúne a las principales compañías eléctricas del continente, ha dado a conocer este miércoles el compromiso de sus miembros no invertir en nuevas centrales que usen como fuente este combustible fósil a partir de 2020.

Eurelectric representa en total a 3.500 empresas en toda Europa, que cuentan con un volumen de negocio total de 200.000 millones de euros. En el caso de España, está registrada como miembro UNESA, la patronal sectorial, de la que forman parte las grandes eléctricas del país (Iberdrola, Endesa, Gas Natural Fenosa, EDP y Viesgo).

A excepción de las empresas polacas y griegas, que no han suscrito la iniciativa, todas las compañías de la asociación europea han reafirmado su compromiso con el acuerdo climático de París y su intención de “desempeñar un papel clave en la provisión de energía limpia para todos los europeos y hacer de la electricidad un vehículo energético central para la economía baja en carbono”.

En un comunicado, el presidente y CEO de Eurelectric, António Mexia, de la portuguesa EDP, pide que estos anuncios compromisos sean tomados como “acciones concretas” de su respaldo a la transición energética sostenible.

“Con fuentes de energía cada vez más limpias, las tecnologías eléctricas son una opción obvia para reemplazar los sistemas basados en combustibles fósiles, por ejemplo en el sector del transporte, para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero”, añade la nota.

Para ello, Eurelectric exige “un marco regulador coherente” que permita “un equilibrio entre los incentivos y los inversores”. “El desafío para los legisladores en los próximos dos años será apuntar a los instrumentos políticos, asegurarse de que son complementarios y avanzar la descarbonización y la electrificación al mismo tiempo”, asegura al respecto Kristian Ruby, secretario general de Eurelectric.

La parálisis del carbón en una apuesta por fuentes más limpias ya se ha dejado sentir en los últimos años. En 2016, por primera vez, la eólica superó al carbón como segunda tecnología con más potencia instalada en el Viejo Continente, al alcanzar el 16,7% de la capacidad total gracias a la instalación de 153,7 nuevos gigavatios, según los datos publicados por WindEurope, la patronal eólica europea.

Como explicaba el portavoz de WindEurope, Oliver Joy, la tecnología a partir del carbón es la que más rápido se está desmantelando, mientras que la eólica está sumando constantemente nueva capacidad.

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