La patronal de vendedores de coches cree insuficiente la ayuda a la compra de vehículos ‘verdes’

Energías limpias

La patronal de vendedores de coches cree insuficiente la ayuda a la compra de vehículos ‘verdes’

El Gobierno ha aprobado la segunda edición del Plan Movea que contempla subvenciones de entre 500 y 18.000 euros para la adquisición de vehículos con energías alternativas.

Coche eléctrico

La Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor (Ganvam) considera una simple “declaración de intenciones y no una realidad” la aprobación por parte del Gobierno de la segunda edición del Plan Movea, de impulso a la movilidad eficiente y a las energías alternativas, que comprende la concesión de ayudas de entre 500 y 18.000 euros para la compra de vehículos con energías alternativas y para la implantación de puntos de recarga de vehículos eléctricos.

La patronal de vendedores de coches destaca la debilidad de “un plan de impulso basado en ayudas intermitentes y con una dotación presupuestaria a años luz de Europa”.

De esta forma, Ganvam –que representa a más de 4.600 concesionarios y 3.000 compraventas- recuerda que el plan apenas tiene una dotación presupuestaria de 14 millones de euros, un 14% menos que la primera edición, y estará en vigor hasta el 15 de octubre.

En opinión de la patronal, para dar el empuje necesario a la implantación de la movilidad alternativa es necesario un plan estable de incentivos que, al dar continuidad a las ayudas, disipe la incertidumbre que frena dar el salto a otras energías.

Además, comparados con otros países europeos de nuestro entorno, la dotación presupuestaria destinada a movilidad alternativa puede calificarse de testimonial, siendo como mínimo diez veces menor, lo que explica que, por ejemplo, la tecnología eléctrica en España apenas represente el 0,4% del mercado, mientras que en Alemania o Francia ronda el 1%.

Según el director general de Ganvam, Tomás Herrera, “valoramos la puesta en marcha de este programa pero el despegue real de la movilidad alternativa requiere una estrategia más sólida por parte de las administraciones públicas, quienes deben servir de ejemplo al resto de la sociedad para que la implantación de estas tecnologías sea una realidad y no una opción a futuro”.

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