El repunte de los precios en julio reflejó un mayor encarecimiento de la energía, con una subida interanual del 14,1%, frente al 12,6% de junio, así como de los alimentos, que subieron un 1,8%, después de haber bajado un 0,3% el mes anterior.
Asimismo, los servicios subieron los precios un promedio del 0,9%, dos décimas más que en junio, mientras que los bienes industriales no energéticos se encarecieron un 0,7% en julio, medio punto porcentual menos que en junio.
Sin tener en cuenta el impacto de la energía en la inflación, la subida de los precios en julio fue del 0,9%, una décima más que en junio, mientras que al excluir también del cálculo los alimentos frescos, el alcohol y el tabaco, la tasa de inflación subyacente se situó en el 0,7%, por debajo del 0,9% de junio.
Entre los países de la zona euro, las mayores subidas interanual de los precios correspondieron a Estonia y Lituania, con alzas del 4,9% y del 4,3%, respectivamente, mientras que los menores incrementos se observaron en Malta, con un 0,4%, y Grecia, con un 0,6%.
En el caso de España, la tasa de inflación armonizada en julio ha sido del 2,9%, cuatro décimas más que en junio, lo que amplía a 0,7 puntos porcentuales el diferencial de precios desfavorable al país respecto de la zona euro.