La ‘cacería humana’ que sufren los denunciantes de corrupción en España

Corrupción

La ‘cacería humana’ que sufren los denunciantes de corrupción en España

Tras los grandes titulares que nos brinda la corrupción hay una persona que ha pagado “un precio demasiado alto” por denunciarla.

Miembros de la plataforma de denunciantes de corrupción

Semana tras semana los escándalos de corrupción en España acaparan grandes titulares en la prensa y minutos en los informativos. Casos como el Gürtel o Acuamed. Y todo gracias a que alguien dio un paso al frente, a que alguien lo denunció. Una persona a la que le cambió la vida. Ya nada es lo mismo para todos aquellos denunciantes de corrupción, que se ven sometidos a una “cacería humana” por algo tan simple como alzar la voz contra algo que creían que no estaba bien.

Este es el caso, por ejemplo, de Ana Garrido, denunciante de la Gürtel en Boadilla del Monte (Madrid), cuya vida “se convirtió en un reto por sobrevivir”. “A la brutal presión a la que estoy expuesta hay que añadir los casos judiciales en los que me han inmerso”, explica la que fuera empleada del ayuntamiento de esta localidad, que asegura que desde el día en que denunció se ha visto obligada a defenderse “en una posición de desventaja, lo cual arruina aún más mi situación económica y mi desgaste emocional”.

Azahara Peralta es otra de estas denunciantes. En su caso, de la trama Acuamed. “No mirar a otro lado y negarme a acatar las órdenes de mis superiores me ha supuesto que me hayan destrozado mi carrera profesional”, afirma. Para esta ingeniera sus valores “han cambiado” tras pasar todo lo que ha tenido que pasar. Y es que se paga “un precio demasiado alto” por denunciar.

Los testimonios de ambas se recogen en un vídeo publicado por la Plataforma X la Honestidad en su web en el que narran en primera persona lo que están pasando. Pero no son las únicas. En él también se puede ver a Roberto Macías, ex administrativo de UGT Andalucía, que denunció una presunta trama de facturas falsas en el sindicato.

“El colaborar con la Justicia me ha supuesto un enorme sacrificio personal y familiar”, señala Macías, al que le cuesta mirar a sus hijos. “Hace tiempo que en mis ojos se refleja la angustia y el dolor de un injusto proceso penal”.

Otros, según la mencionada plataforma, se ven obligados a ocultar su rostro por las consecuencias que para ellos ha supuesto dar este paso. Unas consecuencias que van desde la marginación laboral a la pérdida del puesto de trabajo. Y únicamente por sacar a la luz la corrupción institucional en España.

A pesar de todo lo que están pasando estos denunciantes no se arrepiente. “Pese a todas las dificultades volvería a denunciar por mí, por ti, por una sociedad más justa”, aseguran todos ellos en el mencionado vídeo con el que este colectivo llama a colaborar económicamente con su causa.

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