La amenaza de retraso en los fondos europeos en plena segunda ola obliga al BCE a dar un paso al frente

La amenaza de retraso en los fondos europeos en plena segunda ola obliga al BCE a dar un paso al frente

El histórico acuerdo alcanzado en julio por los líderes europeos se traba por el enfrentamiento entre Hungría y Bruselas.

BCE

La respuesta común a la crisis provocada por el covid-19 vuelve a recaer sobre los hombros del Banco Central Europeo (BCE). Apenas unos meses después del histórico acuerdo alcanzado por los líderes de la UE para un estímulo fiscal sin precedentes, varios países amenazan con echar por tierra los avances realizados y todo parece indicar que los fondos europeos acabarán retrasándose en un momento en que la segunda ola de la enfermedad empieza a golpear a todo el Viejo Continente.

Una parte fundamental de la estrategia europea para hacer frente a la crisis pasa por un fondo de 750.000 millones de euros que obliga a la emisión de deuda conjunta. Esta emisión requiere de la unanimidad de todos los países, pero Hungría amenaza con no dar su visto bueno tras recibir un duro varapalo de la Comisión Europea en su último informe sobre los países del bloque. “El enjuiciamiento de la corrupción de alto nivel” en Hungría “sigue siendo muy limitado y parece haber una falta constante de acción decidida para iniciar investigaciones penales y procesar casos de corrupción que involucran a funcionarios de alto nivel”, criticó el brazo ejecutivo del bloque común.

También hay tiranteces en lo que respecta a los mecanismos para controlar la condicionalidad de los fondos, que los líderes apenas esbozaron en julio a la espera de la letra pequeña. En este punto a Hungría se le suman Polonia y otros países como Finlandia o Países Bajos, que de un modo u otro no están del todo satisfechos de cómo se articulará.

“Los retrasos con consecuencias para la recuperación económica de Europa probablemente serán inevitables”, ha reconocido el portavoz de la presidencia alemana, Michael Clauss, a la agencia Bloomberg. “Observamos con preocupación que el número de diferentes bloqueos en las negociaciones presupuestarias parece estar aumentando en lugar de disminuir”.

“Más que el retraso real, los titulares socavan la narrativa de que la UE está presentando un frente unido para hacer frente al impacto económico de la pandemia”, explican los analistas del servicio de estudios de ING en un informe en el que se refieren a estas negociaciones.

“Es una suerte que esto se produzca en un momento en que el BCE está debatiendo si añadir estímulo monetario”, apuntan los expertos del banco holandés. “Sin embargo, es probable que falten entre mes y mes y medio para cualquier extensión de la QE, lo que podría hacer que los mercados se muestren reacios a ponerle precio con un mayor grado de certeza”. “En el intervalo, el BCE tiene un amplio poder de fuego para apoyarse contra cualquier pico a corto plazo en el diferencial soberano con los programas de QE existentes”, concluyen los analistas de ING.

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