La fuerza con la que la primera economía del mundo destruye puestos de trabajo parece amainar. Según las cifras publicadas hoy por el Departamento de Trabajo, la cifra de desempleados en EEUU se incrementó en 247.000 personas en julio, la menor subida desde agosto del año pasado y muy inferior a los 320.000 que esperaba el mercado. La tasa de desempleo se redujo al 9,4%, diez puntos básicos menos que en junio y por debajo del 9,6% que esperaban los analistas.
Aunque la pérdida de empleo aún un muy alta en términos históricos, los datos sugieren un punto de inflexión, sobre todo después que en los primeros meses del año el desempleo aumentara a un ritmo de 700.000 personas al mes. Desde diciembre de 2007, la economía de EEUU ha perdido 6,7 millones de puestos de trabajo.
Las cifras suponen «la evidencia más clara de que la economía está llevando a un nuevo ritmo», afirma el Departamento de Trabajo en un comunicado. No es el único síntoma de mejora económica que ha conocido EEUU este mes, sino que a la menor destrucción de empleo se han sumado una contracción menor de lo esperada en la industria manufacturera y unas ventas de coches mejores de lo esperado.
En todos los sectores se perdieron empleos, pero a un ritmo mucho menor que en meses previos. En la industria manufacturera se perdieron 52.000 puestos de trabajo, la primera vez que la cifra baja de los 100.000 por primera vez desde septiembre de 2008. El dato podría ser la consecuencia de la reapertura de la fábricas de General Motors y Chrysler tras el anuncio de la bancarrota.
