Latinoamérica cerrará el año con un incremento del PIB del 3,7%, según la Cepal

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Latinoamérica cerrará el año con un incremento del PIB del 3,7%, según la Cepal

Latinoamérica mantendrá la senda del crecimiento económico este año, aunque los números mostrarán una cierta pérdida de vigor con respecto a 2011 y se quedarán en el entorno del 3,7%, según las últimas previsiones elaboradas por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

El guarismo se registrará como consecuencia de la continuación de la pujanza de las economías que han estado al alza en los últimos tiempos: Brasil, Perú, Colombia, México, Chile y Argentina.

Sin embargo, la posibilidad de que los últimos acontecimientos globales negativos, como la crisis de la deuda soberana europea, se conviertan en generadores de problemas severos para la región está sobre la mesa. Sobre todo en la zona del Caribe y Centroamérica en la que se acumulan las mayores incertidumbres detectadas por los expertos.

Por eso, muchos expertos, de organismos privados y oficiales, han aconsejado en las últimas semanas a los países del área que preparen planes de contingencia por si la emergencia se produce. Programas pensados para asegurar los flujos de crédito a través de recortes contundentes de los tipos de interés de referencia por si la actividad económica se ralentiza en exceso.

Algunos países como Brasil y Chile, curiosamente entre los mejor preparados de Latinoamérica, ya han dado ese paso, por lo que es probable que en las próximas semanas la tendencia se vea reforzada por nuevos movimientos en esa misma dirección.

De hecho, el Gobierno de Dilma Rousseff incluso ha anticipado ese posible futuro y tomado medidas para incentivar la inversión y apoyar a la industria nacional como fórmula de impedir un posible deterioro del empleo.

Desde la CEPAL, por ejemplo, se ha afirmado que el recurso a la política monetaria es la única salida posible en un área en la que los ingresos fiscales siguen sin ser verdaderamente representativos de la actividad económica real y donde el peso de los trabajos informales y sumergidos no ha experimentado casi descensos en los últimos años.

Aunque hay algunas circunstancias que sí han cambiado y que aportan ahora líneas de resistencia adicionales por si llegan los problemas. Por ejemplo, el hecho de que en la mayoría de los países del subcontinente el gasto público esté bajo control y los déficit se mantengan en cifras manejables.

También hay que anotar en la cuenta de las circunstancias favorables los elevados volúmenes de reservas de divisas que los bancos centrales de la región han conseguido acumular y la fortaleza y los buenos ratios de capitalización que exhiben los sistemas financieros regionales.

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