Bruselas continúa con su cruzada contra los gigantes de Internet

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Bruselas continúa con su cruzada contra los gigantes de Internet

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El comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia, decidió plantar cara al “gigante” de los buscadores, Google, el pasado mes de noviembre tras recibir quejas presentadas por 450 diarios y revistas. Se le acusa de infringir las leyes antimonopolio de la eurozona y existen sospechas de prácticas de abuso de posición dominante en el mercado de los motores de búsqueda en Internet, del que posee el 95% del mercado en Europa. A esta oleada de denuncias se ha sumado Microsoft, que acusa a su rival de lesionar la competencia y bloquear el acceso de la competencia a su oferta de vídeos.

Microsoft ha presentado una denuncia formal ante la Comisión Europea contra Google, por considerar que viola el derecho de competencia en el mercado de buscadores. Se une así a la lista de denunciantes que esperan que la UE encuentre culpable a la demandada y le sancione con una multa de hasta el 10% de sus ingresos mundiales, cerca de 29.000 millones de dólares.

En su denuncia, la compañía de Bill Gates acusó a su competidor de incurrir hasta en seis irregularidades. La primera de ellas es que Google, tras adquirir YouTube, impidió a otros buscadores indexar los contenidos publicados en este site, así como la imposibilidad de interactividad entre este servicio de vídeos ‘on line’ y los teléfonos móviles habilitados con Windows Phone, cuyo sistema operativo pertenece a Microsoft. También denunció el proyecto de digitalizar, en beneficio propio, libros con derechos de autor no acreditados, y la supuesta imposición de restricciones informativas a sus clientes publicitarios. Pero la acusación más destacada fue que Google no permite que los anuncios de sus competidores aparezcan en los primeros resultados de su buscador, ya que adapta sus algoritmos.

Los de Redmon aseguraron en un comunicado que Google ha sido intervenida en dos ocasiones por el Departamento de Justicia de EEUU para detener su conducta ilícita en materia de buscadores. La primera fue en 2008, cuando el buscador líder intentó aventajarse sobre el buscador de Yahoo! con tarifas de publicidad ‘on line’ bajas. La otra actuación tuvo lugar en 2010, cuando un tribunal federal en Nueva York frenó los planes de Google para monopolizar los contenidos digitales.

Para muchos es `irónico´ que una de las denunciantes sea Microsoft, la misma compañía que entre 2004 y 2008 fue multada hasta en tres ocasiones, y tuvo que pagar más de 1.600 millones de euros. Fue acusada de restringir la interoperabilidad entre los PC de Windows y los servidores que no eran propiedad de Microsoft,así como de anclar Windows Media Player a sus sistema operativo. A parte de la multa económica, los de Redmond fueron obligados a ofrecer garantías de interoperabilidad de su sistema operativo y presentar en Windows otros navegadores. Un portavoz de la compañía aseguró en su blog que “hemos pasado diez años al otro lado de la barrera con la Comisión Europea, por lo que sabemos que no se tomarán la queja formal a la ligera”.

Sin embargo, Microsoft no es la única que observa irregularidades en sus competidores. Google ha advertido públicamente a sus usuarios de que Bing, el buscador propiedad de Microsoft, le copia el funcionamiento de su algoritmo. Esta acusación se fundamenta en que durante el mes de mayo del pasado año, veinte de sus ingenieros colocaron cien códigos `marcados´, o falsos, para verificar esta sospecha. Los resultados mostraron que estos códigos de búsquedas inexistentes eran rastreados exactamente igual por Bing. Pero Google no puede demandar a Microsoft porque no se trata de un robo de su algoritmo, sino de una copia mal intencionada. Esta competencia desleal le podría causar fuertes pérdidas a Google, ya que cerca del 70% de sus ingresos provienen de su motor de búsqueda y es el eje de toda la compañía. Mientras que Bing posee menos del 10% de búsquedas mundiales.

Otra batalla legal a la que se enfrenta Google es a la demanda que han interpuesto ante los reguladores de competencia los principales portales coreanos en la que alegan que el gigante de las búsquedas elimina la competencia en el mercado de búsquedas por Internet en los dispositivos móviles.

En su demanda conjunta estos portales aseguraron que Google impedía la competencia “de forma injusta” al usar su estatus como proveedor dominante de sistemas operativos para teléfonos inteligentes. Google cuenta con casi un 20% de cuota del mercado de búsquedas en Corea.

Google deja de lado sus demandas

Pese a la oleada de demandas a las que se enfrenta Google, los ingresos de la compañía en el primer trimestre del año alcanzaron los 6.540 millones de dólares, lo que supuso un incremento del 22%, respecto a los tres primeros meses del pasado año. La tecnológica de Mountain View, que presentó sus resultados corporativos hace dos semanas de la mano de su nuevo consejero delegado, Larry Page, registró en el arranque del año un incremento del 17% en el beneficio, hasta los 2.300 millones de dólares.

La líder de las búsquedas por Internet anunció hace unos días que, junto a dos socios japoneses, invertirá 100 millones de dólares en una instalación de energía eólica que se espera sea la mayor del mundo cuando se inaugure el próximo año. El gigante de Internet explicó en su blog que invertirá en la “Shepherds Flat Wind Farm”, que producirá energía suficiente para 235.000 hogares.

Las tres compañías pagarán a General Electric cerca de 500 millones de dólares por una participación mayoritaria en la granja de energía eólica estadounidense. El gigante industrial aseguró que la operación forma parte de su estrategia de atraer la inversión privada al mercado estadounidense de la energía eólica. La compañía ha admitido que, junto a Google, se encuentra en negociación con la unidad estadounidense de la japonesa Sumitomo y con una unidad de Itochu. Por su parte, Google ha invertido más de 350 millones de dólares en el sector de las energías no contaminantes. Un ejemplo es la inversión, a principios de abril, en una granja cercana a Berlín.

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