Trichet negocia directamente con las agencias de rating sobre el rescate de Grecia

Trichet negocia directamente con las agencias de rating sobre el rescate de Grecia

Jean-Claude Trichet, expresidente del BCE

Jean-Claude Trichet

El presidente del Banco Central Europeo (BCE) quiere recibir la bendición de las agencias de ‘rating’ para apoyar una cada vez más próxima participación de los acreedores privados en el rescate a las arcas públicas helenas. Trichet quiere evitar a toda costa que las tres grandes agencias con sede en EEUU otorguen a Atenas una nota equivalente al impago.

La agencia S&P lanzó ayer un nuevo órdago a las autoridades monetarias europeas al afirmar que el plan de rescate conjunto propuesto por Francia podría desembocar en una calificación de ‘default’ para la deuda helena. Unas advertencias que desde el pasado 15 de junio ya había mostrado Fitch. Esta rebaja de nota, además de poner en graves aprietos a la banca europea de por sí, generaría un efecto contagio en toda la Eurozona si se cumplieran los declaraciones de algunos miembros del BCE que el pasado mayo afirmaban que el regulador no aceptaría ya bonos griegos como garantía para sus préstamos de liquidez.

Estas afirmaciones han comprometido desde entonces las actuaciones de la entidad que dirige Jean-Claude Trichet, que se ha mostrado siempre contrario a cualquier medida de rescate que pudiera desembocar en un recorte de nota a la tan castigada deuda griega. Este fue uno de los motivos por el que el plan alemán de aumentar el vencimiento de los papeles helenos fuese descartado al poco tiempo de su formulación.

Sin embargo, el plan diseñado por Francia sí que parece gozar del apoyo de instituciones, analistas y banqueros, ya que son muchos los expertos que ven en este plan un negocio redondo para la banca acreedora de Atenas, que evitaría así anotarse las pérdidas de una quita de deuda que podría haber alcanzado el 70% según algunas estimaciones.

Ante esta situación, el BCE, que no puede permitirse apoyar el plan y luego renegar de la deuda griega como garantía -tal como es común con los papeles de deuda soberana- se ha visto obligado a buscar un acuerdo con las agencias de calificación crediticia que son las que desde hace tiempo gobiernan los designios económicos del Viejo Continente, tal como critican algunos dirigentes europeos.

Según la agencia Bloomberg, el propio plan francés contempla una “aprobación informal de las agencias de calificación” para avanzar en el desarrollo del mismo. Esto es, que se busque el compromiso de las casas de ‘rating’ de que no rebajarán la nota de Grecia hasta el impago y, en caso de hacerlo, que fuera de únicamente “parcial y temporal”, de forma que no tuviese un efecto tan adverso sobre el mercado como una rebaja global e indefinida.

De este modo, dicen los analistas consultados por EL BOLETÍN, el BCE tendría que ceder en una pequeña parte de sus determinaciones iniciales. Un sacrificio necesario y cada vez más probable, apuntan, para evitar que las agencias determinen de forma unilateral una rebaja de nota más contundente que desataría un efecto contagio y que pondría Trichet entre la espada y la pared a la hora de decidir si renunciar a sus deseos iniciales o provocar una más que segura caída del sistema financiero europeo.

Fuera de las negociaciones queda, por el momento, la agencia Moody’s que ha preferido mantenerse al margen de este debate sobre la participación privada en el rescate griego y ha anunciado que no se pronunciará hasta que se conozcan los detalles de aplicación del plan del Eliseo. Un movimiento que añade incertidumbre al curso de las conversaciones que en estos momentos mantienen los hombres de Trichet con los de Standard & Poor’s y Fitch Ratings.

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