Una semana de adioses y bienvenidas en el mundo financiero

Mundo financiero

Una semana de adioses y bienvenidas en el mundo financiero

La bienvenida del entramado financiero a los reporteros estadounidenses coincide también con el adiós de Strauss-Kahn, que ya nada puede hacer para mantener sus aspiraciones políticas.

Dominique Strauss-Kahn, exdirector del FMI

Dominique Strauss-Kahn

En los últimos siete días se han sucedido varias despedidas y bienvenidas en el mundo financiero internacional que, muy posiblemente, condicionarán la conducta de la economía mundial en los próximos meses.

Una de las bienvenidas más notorias habría que dársela a los grandes reporteros estadounidenses de diarios como, por citar dos ejemplos, The New York Times o The Washington Post.

Estos periodistas, que según la literatura y el cine de los últimos años no se despegaban de su gabardina, su sombrero, su libretilla, su puro y sus misteriosos contactos en los bajos fondos de Chinatown, parecían estar de vacaciones. O de baja. Pero ya fuera una u otra cosa, el caso es que la ausencia ha sido temporal.

Tras haber estado dos meses sin apenas arrojar ninguna luz sobre la detención del ex director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, acusado por las autoridades de EEUU de haber retenido ilegalmente a una camarera del hotel Sofitel de Manhattan para intentar violarla, este viernes el prestigioso rotativo neoyorquino dedicaba un espacio importante a contar que la acusación contra el político francés probablemente caiga en saco roto por la falta de pruebas.

La pieza en cuestión relata cómo fuentes cercanas al procedimiento judicial todavía en curso han revelado la existencia de una grabación telefónica en la que la camarera del lujoso hotel neoyorquino hablaba con uno de sus conocidos (con antecedentes penales relacionados con el tráfico de drogas y el blanqueo de dinero) sobre cómo poder sacarle algo de dinero al por entonces director gerente del FMI. Horas después se producía la acusación por intento de violación y Strauss-Kahn era detenido pocos minutos antes de partir en un avión de Air France hacia Europa, donde tenía planeados importantes encuentros con diversos líderes de la zona del euro.

La revelación por parte de los famosos y astutos reporteros del diario estadounidense ha llegado por fin para contribuir a mantener su más que merecida fama, aunque en esta ocasión quizá también haya llegado algo tarde. Porque aunque la acusación contra Strauss-Kahn no lleve a nada, el ex responsable del FMI ya se ha visto obligado a dimitir de su cargo al frente de esta institución y, lo que es más importante, a renunciar a sus aspiraciones como candidato socialista francés de cara a las próximas elecciones generales en este país, a pesar de que según las encuestas, hasta su detención él era el favorito de los ciudadanos franceses. De hecho, el artículo del The New York Times surge a los pocos días de que el Partido Socialista haya anunciado en elecciones primarias a sus tres candidatos para tratar de echar a los conservadores de Nicolas Sarkozy del poder.

De este modo, la bienvenida del entramado financiero a los reporteros estadounidenses coincide también con el adiós de Strauss-Kahn, que ya nada puede hacer para mantener sus aspiraciones políticas. A su vez, este caso ha conllevado la llegada -la bienvenida- de François Hollande, Ségolène Royal y Martine Aubry, los tres destacados socialistas galos que han decidido confiar en poder sustituir a un Strauss-Kahn.

También hay que dar la bienvenida a Christine Lagarde, la ministra de Finanzas gala que ya ha sido elegida oficialmente directora gerente del FMI. Lagarde es, curiosamente, una de las aliadas políticas más cercanas al presidente Sarkozy.

Otro adiós, que aún no ha sido confirmado pero que los medios financieros internacionales siguen con cautela, podría ser el de Timothy Geithner, el secretario del Tesoro de EEUU. Por el momento. Geithner parece estar considerando abandonar su cargo una vez los demócratas y republicanos lleguen a un acuerdo sobre la reducción del déficit público y una posible elevación del techo de la deuda, que ya ha superado el límite establecido de 14,29 billones de dólares. Con su marcha, el presidente de EEUU, Barack Obama, perdería al último hombre del gabinete asesor con el que pisó por primera vez la Casa Blanca.

Y por último, una bienvenida de última hora, e inesperada. Axel Weber, el que fuera presidente del Bundesbank y aspirante a presidir el Banco Central Europeo (BCE) el próximo mes de otoño -aspiración a la que renunció hace unos meses por sorpresa, legando el puesto al italiano Mario Draghi- apunta ahora hacia un futuro en la banca de inversión; en concreto como directivo de la entidad suiza UBS. Muchas voces apuntaban a que uno de los halcones del BCE, especialmente crítico con las economías más débiles de la zona del euro desde el comienzo de la crisis de deuda, terminaría haciendo carrera tras su marcha en el Deutsche Bank o en algún gran banco estadounidense. Pero, finalmente, se trasladará a Suiza.

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