Correa también tomará medidas diplomáticas tras la destitución de Dilma

Correa también tomará medidas diplomáticas tras la destitución de Dilma

Rafael Correa, presidente de Ecuador

Se une al anuncio de ayer de Evo Morales, con lo que se confirma que la decisión del senado brasileño desencadena una crisis política y diplomática regional. Los viejos aliados regionales de Dilma Rousseff habían salido en su defensa en estos días en las redes sociales y los que aún siguen en el poder han dado una muestra de que piensan ser coherentes con lo manifestado en el mundo virtual. Si ayer era Evo Morales el que anunciaba que convocaría a consultas a su embajador en Brasil si se consumaba lo que definía como un «golpe parlamentario»; hoy ha sido el presidente ecuatoriano Rafael Correa el que ha anunciado que también tomará medidas diplomáticas.

En concreto, Correa ha señalado a través de su cuenta de Twitter que retirará a su «encargado de la embajada» por lo que considera «una apología al abuso y la traición». Un episodio que, según el presidente ecuatoriano, recuerda a «las horas más oscuras de nuestra América».

Pero no ha sido el único Gobierno en manifestar en el día de hoy su «solidaridad con la compañera Dilma, con Lula y con todo el pueblo brasileño» bajo el grito de «¡Hasta la victoria siempre!». Precisamente el Gobierno de Cuba, del que se despidió en 1965 el “Ché” Guevara con esa mítica frase, ha emitido un comunicado para rechazar lo que define como «un golpe de estado parlamentario-judicial».

Y lo ha hecho respaldando una de las tesis esgrimidas estos días por los apoyos de Rousseff sobre cuáles serían las verdaderas motivaciones detrás de su destitución: «las fuerzas que ahora ejercen el poder (en Brasil) han anunciado medidas privatizadoras sobre las reservas petrolíferas en aguas profundas y cortes a los programas sociales»; se señala en el comunicado del Gobierno del país caribeño.

También la cuenta oficial que el presidente venezolano Nicolás Maduro mantiene en Twitter ha manifestado su apoyo a Rousseff. En este caso, en forma de ‘retuits’ a su homólogo ecuatoriano, Rafael Correa.

Pero otro día más, quizá el más explícito ha vuelto a ser el propio Evo Morales. Así, el presidente boliviano ha enfatizando la dimensión regional de lo que es ya una crisis político-diplomática atribuyendo responsabilidades nada menos que a Luis Almagro, secretario general del organismo multilateral más antiguo de la región, la Organización de Estados Americanos (OEA): «Cuando se conspira contra gobiernos democráticos de izquierda no hay Almagro, sólo aparece para defender a la derecha», ha señalado al tiempo que confirmaba que ya ha hecho efectiva su advertencia de ayer.


Y es que el veredicto de hoy confirma también un cambio político en la región de consecuencias estructurales todavía por definirse.

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