Merkel y Hollande desautorizan a Juncker y exigen que el CETA pase por los parlamentos nacionales

Merkel y Hollande desautorizan a Juncker y exigen que el CETA pase por los parlamentos nacionales

Angela Merkel, canciller alemana

Tanto el Gobierno alemán como el galo cuestionan la medida “increíblemente idiota” de la Comisión Europea de definir este ‘TTIP canadiense’ como un acuerdo “no mixto”. El movimiento de Jean-Claude Juncker de buscar aprobar el CETA -el conocido como el ‘TTIP canadiense’- a través de un acuerdo “no mixto” sin la necesidad del ‘sí’ de los parlamentos nacionales no ha tenido una buena recepción en dos de los grandes miembros de la Unión Europea. Tanto Francia como Alemania ya han manifestado su oposición al regate que quiere realizar la Comisión Europea para evitar sorpresas en el tratado de libre comercio entre la UE y Canadá.

De hecho, la canciller alemana, Angela Merkel, ha querido salir al paso ante la medida de Juncker y ha asegurado que “vamos a pedir un dictamen al Parlamento alemán”. Para la política germana, el CETA se trata de un tratado “muy político”. Más duro se ha mostrado el vicecanciller Sigmar Gabriel que ha llegado a calificar el movimiento de Bruselas como “/strong>increíblemente idiota”.

Gabriel va más allá y ha aseverado que si, finalmente, Juncker lleva el CETA por un acuerdo “no mixto”, se corre el riesgo de que “exploten” todas las teorías de la conspiración sobre el TTIP. “Si la Comisión Europea hace eso con el CETA, el TTIP está muerto”, ha sentenciado la ‘mano derecha’ de Merkel.

Por su parte, François Hollande no ha querido ser menos y también ha manifestado su profunda oposición a los planes de Bruselas, sobre todo con las prisas de Juncker para aprobar este ‘TTIP canadiense’. Pese a manifestarse “a favor de un acuerdo entre la UE y Canadá”, Hollande ha declarado que “es necesario contar con los debates de cada parlamento nacional”. “Sin duda tomará más tiempo, pero es parte de lo que debemos ofrecer en términos de control democrático”, ha concluido el presidente galo tras la reunión del Consejo Europeo.

Desde España las primeras voces críticas con la decisión del luxemburgués han salido desde Izquierda Unida. La portavoz de Izquierda Unida en el Parlamento Europeo, Marina Albiol, ha acusado a Juncker de estar “hurtando a los parlamentos estatales su derecho democrático a decidir sobre cuestiones que pueden cambiar para siempre las condiciones de vida de las personas y la actividad de esos mismos Estados”. Por ello, ha exigido a la Comisión Europea que rectifique su propuesta y que el ‘TTIP canadiense’ pase por los parlamentos nacionales’.

La eurodiputada de IU también ha reclamado al presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, que haga como sus homólogos franceses y germanos y que se oponga a que la decisión final sobre el CETA se tome en el Consejo Europeo, así como que convoque un referéndum y que lo someta a votación en el Congreso de los Diputados, pese a la opinión de Juncker.

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