Los obispos americanos y europeos exigen mayor transparencia a las negociaciones del TTIP

Los obispos americanos y europeos exigen mayor transparencia a las negociaciones del TTIP

TTIP

Los presidentes de los obispos estadounidenses y europeos firman una declaración donde reclaman que se garantice “el medio ambiente y la salud pública” en el acuerdo. La presión contra el TTIP aumenta. Cada vez son más los colectivos que se han manifestado en contra del tratado que negocian la Unión Europea y EEUU, una negativa a la que se han sumado los obispos europeos y estadounidenses. A través de un comunicado, ambas partes han defendido que si hay acuerdo se deberían proteger “el medio ambiente y la salud pública”, así como negociarse bajo una plena transparencia.

En una declaración conjunta firmada por el presidente de las Conferencias Episcopales de la UE, el cardenal Reinhard Marx, y por el cabeza de los obispos estadounidenses, Joseph Edward Kurtz, el documento insiste en que, en vez de obedecer a intereses que sean simplemente económicos, “la negociación o implementación de los tratados de comercio debe atenerse a principios que defiendan la vida y dignidad humanas, protejan al medio ambiente y a la salud pública, y promuevan la justicia y la paz en el mundo”.

Pero no es la única reclamación que hacen los prelados. La falta de transparencia ha sido un asunto que ha sido objeto de crítica de la negociación entre la UE y EEUU durante todas las rondas de conversaciones, algo que también han criticado los obispos aseverando las discusiones “deberían perseguirse en foros y a través de procesos que aseguren que las voces de los sectores de la sociedad afectados puedan ser oídos y sus intereses reflejados”. “La dignidad humana exige la transparencia y la gente tiene el derecho de participar en las decisiones que les impactan”, remata el comunicado.

Respecto a los principales ‘puntos negros’ del TTIP, los prelados de ambos lugares aseguran que en lo principal en el tratado sería primar los principios de la sostenibilidad y la precaución en cuanto a la aprobación de nuevos productos para el consumo humano. Aun así, los obispos también han querido centrar la mirada en un conflicto del que numerosas asociaciones han puesto el foco: la protección de los derechos de los trabajadores. Una línea roja fundamental para los prelados, sobre todo, si los empleados tuviesen que verse obligados a cambiar sus horarios, o mudarse de residencia para encontrar trabajo, como consecuencia del tratado.

Sobre el peligro que podría acechar a los pequeños productores al verse eclipsados por las grandes empresas, los obispos europeos y estadounidenses defienden que los negociadores del nuevo tratado deberían trabajar para proteger, y potenciar, las pequeñas industrias de las áreas rurales. Sin olvidar que, a ojos del colectivo, el TTIP debería derivar en el bien de todos y no en los intereses privados.

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