El senador por Vermont declara que está dispuesto a llegar a una Convención caótica y se refiere a Clinton como «el menor de dos diablos» El aún rival de Hillary Clinton en las primarias demócratas, Bernie Sanders, ha dado una nueva señal de que no está dispuesto a cejar en su empeño de llegar hasta el final a la hora de presionar en favor de sus propuestas políticas. Incluso si es al precio de dividir al partido.
Preguntado por la posibilidad de una Convención Nacional Demócrata «caótica», el senador por Vermont respondió: «¡Y qué si es así? La democracia es caótica. Todos los días mi vida lo es. Si quieres que todo sea tranquilo y ordenado, sin un debate vigoroso de por medio… de eso no se trata la democracia».
Estamos en definitiva ante una nueva indicación de que Sanders va a exigir que Clinton, más que probable ganadora de la nominación ya que ya la tiene prácticamente asegurada, incluya alguna de sus propuestas claves en su candidatura. De lo contrario, no parece ni mucho menos que vaya a ser él quien anime a sus seguidores a unirse detrás de la exsecretaria de Estado.
Todo ello, pese a que comienzan a sucederse las voces en el ‘establishment’ demócrata que, aún en off the record, critican la actitud de Sanders. A juicio de éstos, y según señala The Hill, el problema no está tanto en que pretenda llevar su campaña hata el final; sino en que «no esté dando pasos para unificar a sus seguidores detrás de la previsible nominda».
Más aún cuando Sanders se permite declaraciones como las que realizó a la cadena ABC este mismo domingo en la que se referió a Clinton como «el menor de dos diablos» en referencia a la previsible confrontación por la presidencia de esta con Trump. También cuando las encuestas han comenzado a mostrar que el multimillonario recorta distancias con Clinton e incluso según algunas, estaría por encima.
Sin embargo es pertinente señalar que este efecto de subida en las encuestas es lo que ocurre tradicionalmente después de que un candidato cierre su nominación, como en la práctica ha sucedido con Trump después del abandono de sus rivales. Se trata simplemente de que los simpatizantes de ese partido comienzan a agruparse en torno a su candidato.
De hecho, sin ir más lejos, algo similar sucedió en 2008 y 2012 cuando McCain y Rommey consiguieron sus respectivas nominaciones sin que eso signifcase que Barack Obama no permaneciese como favorito para hacerse con la Presidencia, como efectivamente sucedió. Tan sólo de mantenerse esta tendencia, habría verdaderos motivos para la preocupación entre los demócratas.
En cualquier caso, y por si acaso, en una señal de inteligencia han comenzado también a realizar algún gesto hacia Sanders. Así, el seandor contará con un número de representantes similar al de Clinton en los órganos que preparán la Convención.
