La cúpula de la Fed ha votado a favor de mantener los tipos con el único punto discordante del presidente de la Reserva de Richmond. Wall Street acoge la decisión al alza. Los tipos de interés de la mayor economía del mundo seguirán sin cambios. A pesar de la expectación despertada en las últimas semanas, la Reserva Federal de EEUU ha optado por mantener el precio del dólar invariable como antídoto a la reciente volatilidad de los mercados consecuencia de las dudas generadas en torno a China.
El documento oficial que recoge la decisión del Comité de Mercado Abierto de la Fed (FOMC, por sus siglas en inglés) explica que la falta de movimiento se produce a consecuencia de “la evolución económica y financiera mundial”. Ahí mismo se recoge que la decisión tan solo ha contado con un voto en contra de los diez que se emiten en el seno de este organismo monetario.
Con la decisión de mantener entre el 0% y el 0,25% el tipo de interés para los fondos federales, se repite el guion de otras ocasiones en las que se había anticipado una próxima subida y finalmente no llegó a producirse. Sin embargo, la institución presidida por Janet Yellen no desiste de su intención y sigue previendo tipos del 0,4% para final de año en EEUU. Un pronóstico que se traduce en incrementar el precio del dólar entre los meses de octubre y diciembre.
Los analistas ya habían advertido que la decisión de China de recortar drásticamente el tipo de interés del yuan y reforzar la liquidez de su sistema financiero ponía en apuros a los bancos centrales que en los últimos meses habían barajado recorrer el sentido inverso con la retirada de sus ya prolongadas medidas de estímulo. Tan solo el presidente de la Fed de Richmond, Jeffrey Lacker, ha votado a favor de una subida de un cuarto de punto en la reunión celebrada este jueves; algo que por otra parte no ha sorprendido al mercado, puesto que ya se había manifestado en este sentido en contra de la opinión de muchos de sus colegas.
A pesar de que al conocerse la decisión Wall Street ha encajado unos compases de nerviosismo a la espera de que se conocieran los argumentos de la Fed, después sus principales índices han marcado alzas más pronunciadas que en la primera parte de la sesión neoyorquina. El temor estaba en que se apuntase hacia síntomas de debilidad persistentes en la economía estadounidense, sin embargo, como el origen de la decisión se ha situado fuera de sus fronteras, el Dow Jones ha encarado alzas del 0,3%, el oro se ha encarecido un 0,6% y los bonos del Tesoro norteamericano han cedido drásticamente rentabilidad -más de un 10% en los papeles a dos años- y el dólar ha perdido fuerza ante otras divisas internacionales.
