Líderes del lobby armamentístico distribuyen los fondos europeos para la investigación en Defensa

Líderes del lobby armamentístico distribuyen los fondos europeos para la investigación en Defensa

Carro de combate del Ejército español

Nueve de los quince miembros de un grupo asesor para fondos de Defensa pertenecen a las empresas líderes y que más subvenciones reciben. Nueve de los quince integrantes del grupo de alto nivel para la investigación en materia de Defensa en la Comisión Europea son directivos de las principales industrias armamentísticas. El segundo de ellos y tras la alta representante de la UE Federica Mogherini, es el CEO de la española Indra, Fernando Abril-Martorell. Los propios responsables de las grandes empresas de armas reconocen que la financiación pública a la investigación en materia de Defensa es uno de los pilares que sostiene el sector: “La industria de Defensa no puede existir sin el apoyo financiero público”, afirmó el CEO de Airbus, Tom Enders, según recoge la plataforma alemana en contra la fabricación y venta de armas ‘Stop Wapenhandel‘.

Enders también forma parte del grupo de alto nivel, en el que los miembros de la industria suponen el 56% del equipo asesor. Lo completan seis responsables políticos europeos, en general con una trayectoria anterior desarrollada en el campo de las relaciones internacionales o Defensa. Solo un puesto queda reservado a un representante civil: Teija Tiilikainen es la directora del Instituto Finlandés de Relaciones Internacionales.

“Requerimos capacidades políticas pero también una sólida base industrial en defensa para promover la seguridad”, declaraba Mogherini hace apenas unos meses, en la presentación del equipo asesor. “Apoyar la investigación hoy es crucial para contar con las capacidades que necesitaremos mañana”, sentenciaba. Aunque el Parlamento Europeo maneja sus subvenciones directas a la investigación armamentística a través del presupuesto plurianual ‘Horizonte 2020’, el grupo asesor será el encargado de delinear de qué manera se derivan esos fondos públicos.

Oscurantismo en el registro de lobbies

‘Stop Wapenhandel’, la plataforma alemana que forma parte de la Red Europea contra el Comercio de Armas, pone el acento en las opacas relaciones entre empresarios de las armas y legisladores europeos. Como prueba, el reciente examen que la plataforma Alter-Eu ha hecho al registro que la UE ha creado para controlar a los grupos de presión. Según su análisis, “mientras que nuevas organizaciones se han inscrito, y otras han mejorado la calidad de sus registros, muchos otros grupos siguen siendo confusos, poco claros, inconsistentes”. O simplemente inverosímiles: la Asociación de Industrias Aeroespaciales y de Defensa Europeas (ASD) se inscribió en el registro con 16 personas encargadas de su cabildeo. También suscribía que los costos anuales por sus actividades de lobby ascendían a una cantidad menor a 9.999 euros. Es bastante improbable que 16 lobbistas del mayor grupo de presión de la industria de armas en Europa manejen un presupuesto tan reducido.

El lobby ‘paraguas’ que es ASD también está representado en el grupo de alto nivel, que asesora sobre cómo han de distribuirse los fondos públicos europeos en materia de investigación en Defensa. Según su postura, el 100% de la financiación para la investigación en tecnologías de Defensa debería ser pública, pero ni siquiera es su prioridad. Según un documento que refleja la posición de ASD en el Comité, lo primordial para la industria es la captación de mercado. El grupo de presión reconoce que es una política “institucionalmente difícil”, ya que los clientes finales serán los Ministerios de Defensa de los países miembro. Por eso uno de los objetivos de ASD es reducir la brecha entre la investigación financiada por la UE y la contratación nacional.

En este sentido, hoy mismo El País publica que el Ministerio español de Defensa destina 171 millones a comprar cuatro ‘megadrones’. Este programa tendrá un coste de 171 millones entre 2016 y 2020.

Otro importante grupo, Northrop Grumman, no se ha registrado aún en la base de datos, que no es obligatoria. Airbus, en cambio, registró correctamente sus datos, un presupuesto mejor justificado (entre 400.000 y 499.999 euros), y las áreas en las que declara realizar sus actividades. Airbus define sus objetivos en la UE como «cuestiones transatlánticas (TTIP, OMC), de Investigación y Tecnología (H2020), Aeronáutica, el espacio (Galileo, Copérnico, etc.), la seguridad (seguridad cibernética), la Defensa y cuestiones de derecho de sociedades. Además, registra las concesiones públicas recibidas; la última, una financiación de fondos públicos de 30 millones de euros.

Otras empresas de armas que han registrado sus actividades de lobby son BAE Systems, Diehl, Finmeccanica, Frequentis, INDRA, MBDA, Rolls-Royce, Saab, Safran, Short Brothers como representante del grupo Bombardier, y THALES, según la plataforma alemana.

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