La economía de China vuelve a la trayectoria que ha llevado durante los últimos años tras una mínima recesión en comparación a la situación que ha imperado en el resto del globo, mientras que la economía estadounidense, a pesar de los últimos datos que indican que hay síntomas de recuperación, sigue cosechando resultados negativos. En cualquier caso, según los expertos, ambas economías siguen dependiendo una de otra.
Según informa The New York Times, hace ocho meses en China se podían ver trabajadores causando algún disturbio por haber sido despedidos. Sin embargo ahora la gran mayoría de ellos han sido contratados de nuevo, y varios empresarios buscan personal extra para cubrir la demanda de la época de navidades. Incluso los sectores más sensibles por culpa de la crisis internacional, los que exportan a Europa y EEUU, han sorteado las dificultades en un corto período de tiempo. Incluso el sector inmobiliario, una de las grandes víctimas de la recesión global, empieza a despegar en China. En una ciudad industrial a 90 millas al noroeste de Shanghai ya han comprado apartamentos aún no terminados en el complejo residencial Rose Avenue. Según el rotativo neoyorquino, los interesados hicieron cola desde la noche anterior a la apertura de las oficinas.
«Toda la economía del país ha vuelto a su trayectoria ascendente», afirma Shi Yingyi, un ama de casa de 34 años.
