La banca suiza se desmarca de los derivados de alto riesgo

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La banca suiza se desmarca de los derivados de alto riesgo

Los directivos de Credit Suisse ya han jugado demasiado tiempo con fuego. Por este motivo, según ha podido saber EL BOLETÍN, una ordenanza interna procedente de los despachos más amplios y lujosos de la sede ha llegado a los departamentos que operan con activos de riesgo: «prudencia». Esta es la explicación a la noticia que aparecía hace unos días publicada en la agencia Dow Jones, según la cual varios hedge funds no han podido cerrar operaciones relacionadas con productos derivados en las oficinas de esta entidad. Los portavoces de Credit Suisse han declinado, no obstante, hacer ningún comentario al respecto.

Estos movimientos internos coinciden con los últimos movimientos de las agencias de rating en dirección a la banca suiza. Precisamente, hoy se ha conocido que la agencia de calificación Fitch Ratings ha rebajado la calificación del otro gran banco suizo, UBS, hasta A. Los analistas de la calificadora europea advierten, también, de que Credit Suisse está en estos momentos en el punto de mira para otro posible recorte.

La agencia ha anunciado además que hay otros grandes bancos en vigilancia. Entre ellos destacan el alemán Deutsche Bank, los estadounidenses Goldman Sachs y Morgan Stanley, y los franceses Crédit Agricole y BNP Paribas. «La colocación en vigilancia negativa refleja el parecer de Fitch de que los modelos de negocios de estas instituciones son particularmente sensibles a los incrementados desafíos que los mercados financieros están enfrentando», señalaron los expertos de Fitch en un comunicado.

Según informó ayer este periódico, el banco estadounidense Bank of America Merrill Lynch habría establecido que a partir de ahora no se preste más dinero a los bancos franceses en el mercado interbancario hasta nueva orden. Esta información tampoco fue confirmada oficialmente por ninguno de los implicados.

Tanto UBS como Credit Suisse anunciaron en el segundo trimestre del año que recortarían su plantilla en varios miles de personas con el fin de encarar mejor las turbulencias del mercado.

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