La deuda venezolana, un negocio redondo para la banca de inversión estadounidense

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La deuda venezolana, un negocio redondo para la banca de inversión estadounidense

Los grandes bancos de inversión y gestores de fondos estadounidenses han hecho un gran negocio con la deuda venezolana, que les ha reportado una rentabilidad del 681%, lo que supone un 14,7% anual desde que Chávez llegó al Gobierno en 1.999.

Desde el fondo OppenheimerFunds, conocido como la ‘boutique’ de inversión exclusiva, hasta el Goldman Sachs, uno de los bancos de inversión más conocidos de EEUU, se ham hecho de oro con los bonos soberanos de Venezuela. Y es que el líder bolivariano nunca ha dejado de pagar.

En declaraciones a Bloomberg, Sara Zervos, administradora de la deuda de mercados emergentes en OppenheimerFunds, ha reconocido que a pesar de que, en su poinión, políticamente Chávez no ha hecho bien las cosas para su país, desde el punto de vista del mercado siempre ha cumplido con los pagos. Zervos ha asegurado que la entidad y el mandatario muestran “intereses alineados”.

Los mismo opina Sam Finkelstein, gestor de bonos de mercados emergentes de Goldman Sachs Asset Management en Nueva York, que en una entrevista telefónica al mismo medio ha afirmado que la situación en Venezuela tendría que estar muy deteriorada para que no pague la deuda.

En este sentido, para el fondo de deuda especializado en países emergentes y en crecimiento de Goldman Sachs, los bonos venezolanos representan el 6,7% de las participaciones.

La banca de inversión estadounidense no cesa por tanto de asegurar que Chávez siempre paga. Incluso en el año 2.003, cuando el PIB de Venezuela se redujo un 7%, el país abonó su deuda, a pesar de que en estos años el mandatario ha colocado ‘sus bonos’ a una elevada tasa de interés del 12%.

De hecho, en este tiempo, la deuda de Venezuela ha conseguido superar en beneficio y seguridad a la de los países emergentes de la región latinoamericana, como Brasil o México, según asegura Bloomberg citando los datos compilados por Bank of America.

El que Venezuela pueda pagar la deuda se debe principalmente a los altos ingresos generados en el país por el petróleo, controlado por la petrolera PVSA, en manos del Estado. En 1.998, antes de que Chávez llegará al poder, el barril de crudo costaba 12 dólares, ahora se coloca en los 97 dólares.

Gracias a estos elevados beneficios del país latinoamericano, la deuda venezolana supone un 22% del PIB de la nación. Quizá también por ello, el líder bolivariano está siempre al tanto de sus pagos. En opinión de los expertos consultados por Bloomberg, de no hacerlo, los tribunales internacionales podrían arrebatarle los buques petroleros y las ganancias que esta industria aportan a Venezuela. Chávez parece querer evitar un caso como el de la Fragata Libertad en Argentina.

Por ello, los bancos de inversión están seguros de que el mandatario siempre va a pagar. Pero a pesar de que Venezuela hace de oro a los tenedores de deuda, el rating del país es de los más bajos. La agencia S&P le otorga una calificación de B+, el mismo nivel que Zambia o Sri Lanka.

El problema ahora es la incertidumbre que genera ahora el estado de salud de Chávez y la incógnita sobre quién le sustituirá al mando de Venezuela en el caso de que el presidente fallezca.

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