El primer ministro británico, el conservador David Cameron, ha decidido plantar a sus aliados de coalición, los liberales, e incluso a Barack Obama anunciando la convocatoria de un referéndum en el que los ciudadanos británicos tendrán que decidir si quieren seguir perteneciendo a la Unión Europea (UE). «Si el Reino Unido sale de la UE será con un billete sólo de ida, sin posibilidad de retorno», ha asegurado el político.
Dicha consulta, ha dicho Cameron, se celebraría a mediados de la próxima legislatura, siempre que él resulte reelegido. Dado que ésta comenzará en 2015, todo apunta a que la fecha del referéndum sería en 2017. «Será un referéndum con una cuestión clara: dentro o fuera», ha aclarado el líder tory, que con esta convocatoria guiña un ojo al ala más euroescéptica de su partido.
El líder conservador ha advertido que sin una serie de reformas llevadas a cabo en el grupo de los Veintisiete, los británicos corren el riesgo de «derivar hacia la salida». «No soy un aislacionista británico. Simplemente quiero un mejor trato para Gran Bretaña», ha explicado.
El mandatario estadounidense, Barack Obama, aconsejó hace unas semanas a Cameron que no convocase el citado referéndum. La Casa Blanca tiene en Londres a su mejor aliado, y si éste abandona las mesas de trabajo de Bruselas, perderá influencia en el Viejo Continente. Obama, utilizando diversos canales diplomático, amenazó al líder británico con un enfriamiento de las relaciones si el Reino Unido abandonaba finalmente la UE.
