México va a contracorriente del resto de países del mundo, mientras casi todo el planeta ha sentido una caída del 7% en el precio de los alimentos, en el país presidido por Enrique Peña Nieto, éste avanzó entre un 6% y un 9%.
Según la prensa especializada, el ritmo con el que aumentan los precios en México se deba al poder adquisitivo de gran parte de la población. Tal y como apuntan los diarios mexicanos, el precio de los productos pecuarios se ha elevado un 13,22% anual, el año pasado, cuando la tendencia general era una bajada del 1,1%.
En la población más pobre de México, mientras tanto, el gasto en alimentos supone una parte proporcional mayor del gasto corriente monetario que el del resto de la población y no deja de llamar la atención que el impacto del aumento en los precios de los alimentos sobre la población pobre se vea agravado por repercutir directamente sobre la cesta alimentaria.
Especialistas del ramo destacan que una de las razones por la que suben los precios tiene que ver con los oligopolios en la producción de harina, maíz, pan, refrescos, agua, pollo y huevo. Mientras que el resto del mundo vive una caída en los precios de los alimentos debido a una menor demanda y mejores perspectivas para las cosechas de granos.
