Nunca llueve a gusto de todos. Si Evo Morales había decidido nacionalizar las minas Mallku Khota en Bolivia por las presiones de los indígenas, ahora es la empresa canadiense con la que habían pactado para explotar los yacimientos la que está en pie de guerra y tomará “acciones legales”.
El presidente y director ejecutivo de la compañía canadiense South American Silver ha asegurado que se oponen “firmemente a las acciones que propone el Gobierno boliviano y recurrirán a todas las medidas a su alcance” en caso de que el Gobierno no dé marcha atrás. Consideran también que está acción es “extraña, teniendo en cuenta que la compañía cuenta con el apoyo de 43 de las 46 comunidades indígenas de la zona”.
Para la compañía canadiense todo esto no hace más que perjudicar al país latinoamericano, “la minería es una industria clave en Bolivia, con estas acciones se envía un mensaje muy negativo a los inversores”, debido a que no existe seguridad jurídica. El Ministerio canadiense de Comercio ha añadido además “su profunda preocupación” por la nacionalización a una firma del país.
Al irse la empresa de Bolivia, el país se queda sin los 50 millones que South American Silver tenía previsto invertir hasta el 2014 en la fase de exploración de los yacimientos de plata e indio y sin los 1.000 millones que aportaría durante la explotación. La canadiense ha invertido desde 2007 16 millones de dólares en la zona.
El Gobierno de Bolivia, por su parte, está inmerso en la creación de una empresa estatal que se haga cargo de las actividades mineras en Mallku Khota, así lo recoge la prensa boliviana. Además, el ministro de Minería y Metalurgia, Mario Virreina, ha manifestado que el Ejecutivo trabaja en la elaboración del decreto supremo que se presentará la próxima semana para consolidar la reversión de la concesión.
