El primer paro general de la Confederación General de Trabajadores (CGT) ha golpeado hoy a la presidente argentina, Cristina Fernández de Kirchner, que ha decidido dejar sin vigilancia la marcha.
Después de varios intentos de huelgas y las acusaciones de uno y otro lado, el líder del sindicato, Hugo Moyano, ha llevado sus amenazas a sus últimas consecuencias y son 40 gremios los que se han unido desde las once de la mañana en esta manifestación para quejarse por el impuesto al salario.
En concreto, entre las medidas que piden se encuentra el aumento del mínimo no imponible del impuesto de Ganancias y la asignación familiar por hijo, aunque el propio líder haya anticipado que en su intervención en la Plaza de Mayo, frente a la casa Rosada que hablará de “otras cosas”.
