Unos 18.000 asesores financieros de Morgan Stanley empezarán a usar hoy sus cuentas en Twitter y LinkedIn como herramienta comercial para buscar negocio y mantener contacto con la clientela.
El programa ha sido aprobado por el Comité de Riesgos del banco tras el éxito alcanzar por una prueba piloto en la que tomaron parte 600 comerciales del banco. La idea, pionera en el sector, puede desencadenar una respuesta inmediata de sus competidores, algunos de los cuáles, según la prensa especializada ya ensayan programas de este tipo.
Las condiciones de uso impuestas por Morgan Stanley a sus empleados son muy estrictas. Para empezar, los comerciales de la entidad deben conservar copias de sus negociaciones y sus mensajes externos.
Además, sus comunicaciones con el exterior están restringidas a unos ‘twetts’ escritos previamente y puestos a su disposición por los especialistas de la entidad en un banco de datos específico.
De momento, sólo 20 asesores tendrán plena libertad para comunicarse con sus clientes con mensajes no predeterminados, aunque la intención de los promotores del programa es que ese número crezca en los próximos meses.
