La política de expansión monetaria que lleva a cabo la Reserva Federal de EEUU (Fed, por sus siglas en inglés) ha provocado durante los últimos cinco años un descenso del 23% en los ingresos anuales que obtienen los rentistas de EEUU como resultado de sus inversiones.
En 2007, la cantidad se elevaba a 1, 3 billones de dólares al año, una cantidad ligeramente superior al valor absoluto del PIB español, mientras que al cierre del presente ejercicio la cantidad se reducirá hasta quedar en sólo 986.200 millones, según los datos de la Oficina de Análisis Económico de EEUU.
Esta reducción del rendimiento se produce, además, en un momento en que los ciudadanos estadounidenses, como consecuencia de la crisis, han variados sustancialmente sus patrones de conducta económica y sustituido el consumo por el ahorro, lo que aumenta el número de ciudadanos con acceso a este tipo de rentas.
La tendencia queda perfectamente ilustrada por los datos de la propia Fed que reflejan un aumento del 20% en el número de cuentas de ahorro y otros activos de depósito relacionados con colocaciones fijas a tipos de interés remunerado en poder de las familias del país norteamericano.
