Los analistas financieros de los grandes bancos parecen estar de acuerdo en dos cosas. Una es que Grecia no saldrá del euro esta semana. La otra, que cabe la posibilidad de que esa salida sea real en el largo plazo, ya que la victoria del líder conservador Antonis Samaras no despeja el horizonte. Estas entidades creen que el país mediterráneo no puede hacer frente a los pagos que conlleva el rescate.
La ecuación la ha presentado Morgan Stanley en un informe remitido este lunes: desde el banco estadounidense los expertos destacan que incluso dando por sentado que las medidas de austeridad que quedan por aprobar funcionen, Grecia no va a conseguir tener una deuda equivalente al 120% de su PIB en el año 2020. Este objetivo es demasiado optimista para la entidad norteamericana, que establece la cifra en el 140%, y matiza que hasta que esa proporción no se reduzca hasta el 90% del PIB, el país no podrá aspirar a generar ninguna confianza. Y por lo tanto, no podrá buscar financiación para pagar lo que debe.
En Nordea tampoco son muy optimistas: «Los problemas de Grecia están lejos de solucionarse, pues la economía sigue tropezando con fuertes dificultades y aprobar nuevas medidas de austeridad, ahora, no va a ser fácil». Habla Jan Von Gerich, uno de los principales analistas del banco escandinavo, que recuerda en una nota a sus clientes que la más que probable coalición entre Nueva Democracia y los socialistas del Pasok gobernaría con apenas el 48% de los votos.
Sin embargo, de no darse esas nuevas medidas de austeridad, el próximo tramo de las ayudas que tiene que enviar el Fondo Monetario Internacional (FMI), en colaboración con el Banco Central Europeo (BCE) y la Comisión Europea, podría retrasarse con los desequilibrios que ello conllevaría.
No son mucho más alentadores los comentarios que han realizado los expertos del HSBC: «Los retos que afronta Grecia son, todavía, enormes con una economía atascada en la recesión y una deuda demasiado alta como para que las preguntas sobre su solvencia no persistan». Aunque desde el banco británico no esperan que, durante una temporada, afloren rumores sobre la salida del país de la zona del euro, matizan que los datos publicados cada trimestre a partir de ahora podrían generar mucho nerviosismo en los mercados.
Los analistas de Citigroup también se mantienen en esta línea y han advertido que siguen esperando una salida de Grecia del euro en los próximos 18 meses. Esta probabilidad, dicen, tiene entre un 50% y un 75% de posibilidades de resultar cierta.
