A pesar de la caída experimentada por el precio del petróleo, que ha perdido casi un 20% en las últimas semanas hasta quedarse en el entorno de los 100 dólares por barril, las autoridades de Arabia Saudi han asegurado que mantendrán la producción para que sirva de estímulo al crecimiento económico global.
La pronunciada caída de los precios del crudo ha abierto un debate entre los países productores de la OPEP sobre la necesidad de rebajar el ritmo actual de producción para evitar que el recorte de la demanda pueda contribuir a depreciaciones aún más amplias.
Sin embargo, el mayor productor de petróleo del mundo se opone a esta posibilidad. En opinión del Gobierno de Arabía Saudí, sus recientes aumentos de producción han servido para demostrar que el país está preparado para asegurar el suministro de crudo mundial en cualquier circunstancia.
Además, según una información publicada por la agencia ‘Dow Jones’, los principales países de la organización parecen compartir esta visión y quieren evitar por todos los medios que alguien les acuse de no contribuir a la recuperación económica mundial en estos complicados momentos.
