La patronal de los establecimientos farmacéuticos privadas griegos mantiene en los últimos días su decisión de mantener interrrumpidos los suministros a cuenta a los pacientes de la Seguridad Social del país, mientras no se les abone la deuda acumulada por el Servicio Nacional de Salud (EOPYY, por sus siglas en griego) que asciende a 762 millones de euros.
El ‘boicot’ ha provocado el pánico en algunos sectores de pacientes, los más desfavorecidos, que no disponen de dinero suficiente para pagar por las medicinas que necesitan, como les exigen los responsables de las farmacias privadas.
Otra de las opciones disponibles es acudir a las farmacias que gestiona el EOPYY, cuyo número se considera más que insuficiente para atender las necesidades de los 9,2 millones de ciudadanos inscritos en el sistema.
Las autoridades helenas no han tenido demasiado éxito hasta ahora con los llamamientos realizados para tranquilizar a la población. Por el contrario, el boicot de los farmacéuticos se ha convertido en uno de los temas más polémicos en un país que se encuentra en plena precampaña electoral.
