Angela Merkel ha recibido otro mensaje más destinado a que la canciller impulse el espíritu del consumo entre los alemanes. Esta vez el emisor ha sido un viejo conocido del entramado financiero internacional: el magnate Warren Buffett.
En una conferencia celebrada en la capital estadounidense, Washington, el multimillonario dueño del fondo de inversión Berkshire Hathaway comentó que EEUU no está cerca de ninguna recesión salvo que a Europa se le ocurra causarla. «Comparten divisa, pero no comparten un clima fiscal, ni una cultura laboral», aseguró Buffett refiriéndose a los países que conforman la zona del euro.
Buffett ha pedido, entre otras cosas, lo mismo que ya dijo el premio Nobel de Economía, Paul Krugman, hace unos días en uno de sus artículos: los alemanes deben comprar ahora los productos de sus socios más débiles para fortalecer la demanda externa de éstos y ayudar así a la recuperación de la región. De hecho, el Gobierno de Merkel ya anunció subidas de sueldo por encima de la inflación hacia finales de mayo, con esta misma intención.
Los últimos datos macroeconómicos relacionados con las importaciones destacan que durante los primeros tres meses del año Alemania ha incrementado sus compras a Italia un 8% en relación al primer trimestre de 2011. Hasta los 12.500 millones de euros, según la oficina de estadísticas germana (Destatis). Las importaciones desde España, sin embargo, apenas subieron un 0,8%. En cuanto a las exportaciones, los alemanes vendieron en Italia un 7,6% menos; en España un 7,8% menos; en Grecia un 9,8% menos y en Portugal un 14% menos.
La apuesta de Berkshire Hathway, a juzgar por sus últimas inversiones, es que EEUU se recupera. No obstante, los datos publicados el pasado mes de mayo referentes al mercado laboral son los peores de los últimos doce meses, aunque la economía de la primera potencia del mundo ha crecido un 1,9% en el primer trimestre del año.
