La burbuja de los derivados vuelve a estallar en Wall Street en un año electoral

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La burbuja de los derivados vuelve a estallar en Wall Street en un año electoral

Ya van unos 10.000 millones de dólares en pérdidas por culpa de los productos derivados. Los afectados son dos viejos conocidos de la industria: JP Morgan Chase y Morgan Stanley. Y aún deben pasar por caja otros gigantes como Goldman Sachs, Citigroup o Bank of America, entre algún otro. La historia, por tanto, parece repetirse: la última gran explosión de derivados tuvo lugar en 2008 y se llevó por delante a Lehman Brothers. También entonces, como ahora, EEUU vivía un año electoral.

Ha sido esta madrugada cuando el blog financiero del The New York Times ha comentado que las pérdidas de JP Morgan, que hace unos días reconoció tener un agujero de 2.000 millones de dólares por una mala gestión del riesgo que encerraban algunos de sus derivados, podrían ascender hasta los 3.000 millones de dólares como mínimo. A ellos hay que sumarles los 7.500 millones de dólares que tiene que depositar Morgan Stanley en algunas cámaras de negociación de derivados debido a la pérdida de valor de sus productos en esta parcela financiera, tal y como ya informó este periódico la semana pasada.

De hecho, la agencia de calificación Moody’s -cuyo mayor accionista es el magnate Warren Buffett- ya advirtió de que la mala marcha de los negocios de Morgan Stanley podrían llevarle a perder hasta tres escalones en su calificación crediticia. Un movimiento que dejaría al banco neoyorquino a solo dos pasos del ‘bono basura’. Si esto tiene lugar, la entidad tendría que aportar todavía más garantías de las que ya ha depositado.

Esta burbuja de derivados, que comienza a resquebrajarse, ya parecía haber sido avistada por la Reserva Federal de EEUU (FED). A lo largo del pasado mes de abril su presidente, Ben Bernanke, salió varias veces a la palestra para denunciar los peligros que encerraban las operaciones con derivados e instó a debatir la posible implantación futura de una regulación global en torno a estos productos. La denuncia de Bernanke ha recordado a diversos analistas que este es un año electoral, ya que el próximo otoño el mundo conocerá al inquilino de la Casa Blanca para los próximos años.

En toda esta historia hay un elemento hispano, también. En concreto, en el caso de JP Morgan. Según fuentes cercanas al banco citadas por Expansión, Javier Martín-Artajo es el superior inmediato de Bruno Iksil, el trader conocido como la «ballena de Londres» por las enormes posiciones que tomó en algunos productos financieros de crédito y que habrían generado parte de las pérdidas de esta entidad. Martín-Artajo podría perder su puesto como directivo del banco.

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