La canciller alemana, Angela Merkel, y el nuevo presidente francés, François Hollande, se han expresado a favor de la permanencia de Grecia dentro de la zona del euro. Ambos líderes cuestionan de este modo la opinión de la mayoría de los expertos -entre los que se incluye el Premio Nobel de Economía, Paul Krugman- que ven inminente la marcha del país mediterráneo.
«Queremos que Grecia permanezca en el euro. Sabemos que la mayoría de los griegos lo quieren», dijo Merkel en la primera comparecencia de ambos ante los medios tras una primera reunión en la Cancillería Federal.
Por su parte, el presidente francés subrayó la importancia de las relaciones entre Alemania y Francia para ambos países y para Europa, además de destacar que éstas son «estrechas, equilibradas y de respeto mutuo». De hecho, Merkel recibió anoche a Hollande con honores militares a su llegada a la Cancillería Federal.
El socialista galo llegó a la sede del Gobierno germano con hora y cuarto de retraso sobre el horario previsto, ya que se vio obligado a cambiar de avión en París, después de que el aparato en el que emprendió inicialmente viaje fuera alcanzado por un rayo poco después de despegar.
El optimismo mostrado por Merkel y Hollande contrasta con la visión de algunos economistas como Paul Krugman, que el pasado fin de semana escribió un artículo en el que vaticinaba la salida de Grecia del euro el próximo mes de junio.
Mientras tanto, en Grecia la incertidumbre política sigue gobernando la situación después de unas elecciones en las que nadie ha sido capaz de obtener apoyos para alcanzar la mayoría de escaños en el Parlamento. Por eso el presidente Karolos Papoulias anunció anoche que a lo largo del día de hoy formará un gobierno provisional para convocar unas nuevas elecciones que tendrán que celebrarse antes de 30 días. Las fechas más probables son el 10 y el 17 de junio.
