Grecia venderá sus empresas a precio de saldo para salvar la banca alemana

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Grecia venderá sus empresas a precio de saldo para salvar la banca alemana

El Gobierno griego ha anunciado un plan de privatizaciones que pretende recaudar, en los próximos cinco años, 50.000 millones de euros para poder así pagar sus vencimientos de deuda en el medio plazo. La medida ha sido anunciada tras el ascenso de los costes de financiación para el Estado griego en los mercados financieros, por lo que el Ejecutivo del socialista George Papandreou se ha visto obligado a buscar el dinero en casa. Uno de los mayores tenedores de bonos del país es la banca alemana, junto a la francesa.

El anuncio ha precedido la visita de una delegación compuesta por expertos del Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Unión Europea (UE), que evaluarán a partir de hoy en Atenas el estado de las finanzas griegas y las medidas de austeridad implantadas por el Gobierno del país a raíz del rescate que enviaron el Fondo y Bruselas el pasado mes de mayo cuando Atenas se declaró al borde de la quiebra. Las ayudas están valoradas en 110.000 millones de euros.

La oportunidad de adquirir buena parte de las empresas públicas a un precio de saldo ha despertado el interés de los especuladores financieros, que ya se han puesto en contacto con consultores independientes de Atenas para estudiar el terreno y planear operaciones, según ha podido saber EL BOLETÍN. En un correo electrónico, una fuente cercana al sector de los hedge funds (fondos de alto riesgo) afincados en Suiza comentó a este periódico que varios de estos fondos ven oportunidades en Grecia, y añadió que también entre la banca de inversión de la potencia centroeuropea se observa al país mediterráneo con idea de realizar suculentas inversiones.

Desde Grecia, varios de estos consultores han confirmado a este medio el interés de fondos de inversión europeos pero, sobre todo, estadounidenses. Según una de estas fuentes, desde EEUU se ha estado observando con atención los anuncios que ha ido realizando el gabinete de Papandreou. La medida de las privatizaciones podría suponer, finalmente, el pistoletazo de salida para que estos inversores desembarquen de nuevo en el país. Atenas ha visto en los últimos años cómo la inversión extranjera recibida se trasladaba a otras regiones como Turquía o los Balcanes, según uno de estos consultores.

Sobre Atenas se ha asentado una nube de incertidumbre que especula, desde hace varias semanas, con una reestructuración de su deuda. Para los especuladores financieros esta alternativa se está posicionando, conforme pasan los días y se incrementa la rentabilidad (es decir, la desconfianza) de la deuda helena, como la única posible. Algunos ponen como ejemplo el éxito de la reestructuración de deuda mexicana en los años 90 y animan a Grecia a seguir los pasos que dio el ahora secretario general de la OCDE, Angel Gurría, y entonces encargado por el Gobierno mexicano para negociar con los acreedores del país concesiones en los plazos y los pagos de los bonos aztecas.

Curiosamente, Gurría no se ha involucrado directamente en la crisis de deuda europea desde su actual cargo. El que sí lo ha hecho, y mucho, es Jean-Claude Trichet, actual presidente del Banco Central Europeo (BCE) y entonces líder del Club de París (un foro informal que reúne a los principales acreedores oficiales y países deudores). De hecho, estos especuladores opinan, tal y como ha podido saber este medio, que es Trichet el que debe idear un plan de reestructuración que pueda utilizar Grecia dados sus conocimientos en la cuestión mexicana.

Sin embargo, el problema más grave que plantea la reestructuración de deuda es cómo afectará a los tenedores privados de bonos, que esperan el pago íntegro de los papeles. En el caso de Grecia, la banca alemana y la gala serían las más afectadas.

El sector bancario galo mantiene una exposición a las finanzas griegas de 63.500 millones de euros y el germano de 48.000 millones de euros. En total 111.500 millones de euros, según los últimos datos suministrados por el Banco Internacional de Pagos (BIS, por sus siglas en inglés). Una cantidad que supera el rescate financiero que recibió el país.

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