El PIB del Reino Unido creció un 0,5% entre enero y marzo. Con esta cifra, la economía británica recupera lo perdido en el anterior trimestre, y cumple así con todas las estimaciones realizadas por los analistas.
Por sectores de actividad, el peor registro fue para la construcción, que disminuyó un 4,7% su tasa de variación intertrimestral. Esta es, de hecho, la mayor caída que sufre la actividad del ladrillo en este país desde comienzos de 2009. Por el contrario, los servicios y la industria se expandieron un 0,9% y un 1,1%, respectivamente. Los servicios tuvieron así el mejor comportamiento desde antes del estallido de la crisis.
