Standard & Poors lanza una nueva advertencia a Japón

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Standard & Poors lanza una nueva advertencia a Japón

La agencia de calificación estadounidense Standard & Poors (S&P) ha cambiado de estable a negativa su perspectiva para la economía japonesa a causa del terremoto que la potencia asiática sufrió el pasado 11 de marzo, y que ha perjudicado gravemente a las finanzas niponas. S&P ya rebajó la calificación de la deuda de Japón de AA hasta AA- el pasado 27 de enero, antes de que ocurriese el desastre natural.

Según han comentado los analistas de la agencia de rating, los efectos del seismo (que originó un tsunami desvatador y una crisis nuclear sin precedentes en la tercera economía del mundo) podrían deteriorar con el tiempo la situación fiscal del país de manera preocupante. S&P estima que las labores de reconstrucción costarán entre los 20 y los 50 billones de yenes (entre 167.700 millones de euros y 419.300 millones de euros, aproximadamente). Las estimaciones de Tokio son más modestas y no sobrepasarían los 25 billones de yenes (unos 209.650 millones de euros).

Buena parte de estos costes, dice la agencia, correrán a cargo del Estado japonés, y ello conllevará que el déficit fiscal del país se dispare por encima de las previsiones de S&P en un 3,7% del PIB, mientras la deuda alcanza un 145% del PIB del país en 2013 (esta cifra es más alta que la de cualquier país de la zona del euro actualmente). Aunque desde la agencia no se ha dado nada por hecho, consideran que el consenso político del país a la hora de adoptar medidas económicas será crucial.

Desde Tokio, las autoridades japonesas se han mostrado cautelosas en sus declaraciones. El ministro de Finanzas del país, Yoshihiko Noda, afirmó que el Gobierno planea reducir sus cifras de endeudamiento, aunque no aclaró cómo. «Mientras que la reconstrucción se mantiene como el principal objetivo no podemos pasar por algo la reforma fiscal del país», dijo Noda a los periodistas tras conocerse la decisión de S&P.

Para la agencia, la incertidumbre en torno a una rebaja se mantendrá en los próximos dos años, dependiendo de cómo evolucionen durante ese período las cuentas públicas del país. Las otras dos grandes agencias de calificación, la estadounidense Moody´s y la europea Fitch, mantienen perspectiva negativa y estable, respectivamente, sobre la deuda del país oriental.

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