Deutsche Bank, incapaz de encontrar un refugio para sus problemas financieros

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Deutsche Bank, incapaz de encontrar un refugio para sus problemas financieros

Josef Ackermann no tiene un respiro. El consejero delegado del Deutsche Bank es incapaz de encontrar un refugio a salvo de las nuevas regulaciones que exigen una mayor transparencia y mejores estructuras de seguridad en la banca. Tras reconocer la necesidad de realizar una ampliación de capital por valor de 18.000 millones de euros para encarar las pruebas de resistencia financiera en Europa, ahora la entidad germana intenta sortear una factura de 14.000 millones de euros en EEUU; la cantidad necesaria para poner a punto una de sus filiales ante las nuevas normas impulsadas desde la Casa Blanca.

La nueva normativa que aprobó Washington el verano pasado bajo el nombre de Ley Dodd-Frank exige, entre otras muchas cosas, que los bancos extranjeros con operaciones en el país amplíen sus reservas de capital para poder afrontar posibles pérdidas en un escenario de crisis severa. Es el caso de Taunus Corporation, la filial de Deutsche Bank en suelo estadounidense. El diario The Wall Street Journal, que ha tenido acceso a una nota interna de la institución alemana, asegura que esa ampliación para Taunus le costaría al Deutsche Bank la cifra arriba mencionada. Por eso Ackermann quiere seguir la estela que ya tomó Barclays y cambiar el estatus de su filial -ahora bank holding company- para evitar tener que cumplir con la Dodd-Frank.

Taunus, que incluye dos unidades de negocio; minorista y de inversión, gestiona 373.000 millones de dólares (258.200 millones de euros) en activos financieros. Aunque estas dos unidades de negocio hayan reportado buenos resultados en el pasado, la filial –cuyo nombre fue dado en honor a una montaña situada a las afueras de Francfort- también incluye otras compañías en su holding que sí se han visto afectadas por la crisis financiera desde que septiembre de 2008 quebrase el gigante de inversión Lehman Brothers poniendo en jaque a las finanzas estadounidenses y, por extensión, de todo el mundo.

El Deutsche Bank lleva más de un año defendiendo en los círculos financieros del continente americano la solvencia de su holding, pero en muchas de esas ocasiones los receptores del mensaje se muestran escépticos. Por eso la entidad ya ha recibido bastantes críticas por la escasa capitalización de Taunus en relación al volumen de activos que gestiona.

Esta información surge pocos días después de que Ackermann comunicase su intención de realizar una ampliación de capital durante este mes de abril para recaudar 18.000 millones de euros con la intención de mejorar el aspecto de sus cuentas de cara a las pruebas de solvencia europeas que tendrán lugar el próximo mes de junio.

Aunque los bancos del Viejo Continente deben entregar la documentación al regulador paneuropeo a principios de mayo, el Bundesbank (Banco Central de Alemania) ha pedido a Bruselas que retrase el plazo dos semanas para que las entidades germanas puedan aportar las cifras actualizadas. Además de la institución que dirige Ackermann, el Commerzbank también planea realizar ampliaciones de capital en los próximos días.

El segundo banco por capitalización bursátil teutón reconoció a finales de la semana pasada su necesidad de recaudar 11.000 millones de euros que le ayuden a devolver al Estado los 18.200 millones que le fueron prestados durante la crisis financiera a cambio del 25% del capital de la entidad. La directiva de esta institución financiera pretende pagar gran parte de las ayudas antes del mes de junio, aunque no quiere recomprar, de momento, la participación gubernamental.

Con este movimiento, esta entidad quiere estar también preparada para las pruebas de solvencia a las que deberá someterse, y en las que aunque el Bundesbank ha defendido un supuesto escenario de riesgo particular y desentendido del resto de países de la región para el sector germano, muchos expertos opinan que serán algo más exigentes que las realizadas en julio de 2010.
La regulación Dodd-Frank, por su parte, entrará en vigor en el año 2015.

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