Los ministros de Economía de la eurozona, que se han reunido hoy en Budapest, han estimado las necesidades de Portugal en 80.000 millones de euros (un 8% del PIB español de un año). Pero a cambio, Olli Rehn, comisario de Asuntos Económicos y Monetarios de la Comisión Europea, ha dicho que el rescate requerido irá acompañado de medidas de austeridad más duras, y que aprobar el paquete de reformas que presentó el primer ministro en funciones, José Sócrates, hace unas semanas, el cual rechazó el Parlamento luso, podría ser un comienzo para sentarse a negociar.
Sin embargo, la oposición portuguesa al plan de austeridad presentado por Sócrates fue frontal, y de hecho conllevó la dimisión del socialista al frente del Ejecutivo del país. Bruselas tiene trabajo por delante.
Olli Rehn, el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios de la Comisión Europea (CE) ha dicho que el rescate requerido esta semana por Portugal irá acompañado de medidas de austeridad más duras, y que aprobar el paquete de reformas que presentó el primer ministro en funciones José Sócrates hace unas semanas, el cual rechazó el Parlamento luso, podría ser un comienzo para sentarse a negociar.
Sin embargo, la oposición portuguesa al plan de austeridad presentado en su día por Sócrates fue frontal, y de hecho conllevó la dimisión del político socialista al frente del Ejecutivo del país. La opinión de Rehn ha sido secundada por varios ministros de Finanzas de la región, entre los que destacan la francesa Christine Lagarde y el finlandés Jyrki Katainen.
Por su parte, el ministro de Finanzas belga ha estimado que un paquete “razonable” estaría valorado entre los 80.000 y los 85.000 millones de euros.
Ayer Bruselas estimó que la cifra sería de 90.000 millones de euros, aunque entre los burócratas de la zona del euro existe un temor a enviar ayudas antes de que las elecciones para determinar el nuevo Gobierno portugués tengan lugar el próximo 5 de junio. Según dicen, no quieren pactar las condiciones de unas ayudas con unos políticos que podrían, muy seguramente, abandonar el poder. El Gobierno entrante podría querer renegociar esas condiciones, como ha sucedido recientemente en Irlanda.
Por ese motivo, se quiere forzar a todos los partidos que se presenten a las elecciones a firmar un compromiso de que, si reciben ayudas antes de gobernar, aceptarán las condiciones impuestas.
Los más optimistas consideran que el acuerdo llegará este fin de semana desde Budapest, donde los ministros de Finanzas de la zona del euro se han reunido de forma informal para tratar, sobre todo, la petición de ayuda remitida desde Lisboa. Además, el Ejecutivo irlandés volverá a intentar, en el marco de este encuentro, renegociar los tipos a los que le fue concedida la ayuda internacional el pasado mes de noviembre (un 6%).
Desde Portugal crece, no obstante, una tensión social que se traduce en un rechazo frontal a más recortes. De momento, los funcionarios del país han convocado un paro nacional el próximo 6 de mayo. La mayoría de ellos está en contra de aceptar la ayuda, si conlleva –como seguro sucederá- más reformas.
