Moody´s mantiene su pulso contra el euro

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Moody´s mantiene su pulso contra el euro

La agencia de calificación Moody´s, cuyo mayor accionista es el magnate estadounidense Warren Buffet, ha decidido volver a pronunciarse en contra del euro en un día clave. Hoy ha comenzado el foro del G-20 en China y en Dublín se publican los resultados de las pruebas de solvencia realizadas a las entidades del país.

En un informe hecho público a primera hora de la mañana, Moody´s ha advertido a Bruselas de que pronto puede volver a tener lugar una oleada de recortes soberanos en la región. El motivo que ha alegado la calificadora es que el plan de blindaje del euro, que tendría que haber presentado en sociedad el pasado 25 de marzo, se quedó en una mera declaración de intenciones de cara a la galería a causa de las presiones ejercidas desde Berlín unos días antes de que el Consejo europeo se reuniese para abordar la cuestión.

Para la agencia, el hecho de que los jefes de Estado de la zona del euro no lograsen anunciar una ampliación del Fondo de Rescate Europeo (EFSF, por sus siglas en inglés), que tendría como misión mantener alejada la incertidumbre de los mercados hasta 2013, cuando se estableciese el mecanismo de rescate permanente en la zona del euro (ESM, también por sus siglas en inglés), sitúa “a las deudas soberanas en un entorno difícil a la hora de apoyar la financiación del Estado».

La agencia ha dicho que estas posibles rebajas de calificación estarían justificadas debido a que, desde su punto de vista, apenas existe diferencia entre los papeles que se vayan a emitir antes de que el ESM entre en funcionamiento y los que se subasten después, dado que estos últimos serán en realidad una parte mínima de la porción de deuda que vencerá en el medio plazo.

Los países de la zona del euro esperaban presentar una ampliación del EFSF y definir el ESM el pasado 25 de marzo. Sin embargo, dos días antes, el Gobierno alemán presidido por Angela Merkel pidió una renegociación de los plazos de la ampliación del primero de los fondos, y por lo tanto las discusiones se alargarán hasta junio.

Esta no es la primera vez que Moody´s expone su punto de vista en jornadas de gran intensidad financiera. El pasado 10 de marzo, horas antes de que el Banco de España publicase las necesidades de capital estimadas para el sector financiero español, la calificadora decidió rebajar la nota sobre la deuda soberana española. Y unos días después, cuando estaba próximo el vencimiento del plazo para que las cajas presentasen sus planes de recapitalización, Moody´s volvió a la acción recortando el rating a treinta entidades financieras.

Pero la agencia hoy no ha cabalgado sola. Barclays Capital ha asegurado esta mañana que a Portugal le faltan 4.000 millones de euros en el bolsillo; tiene que pagar hacia finales de junio 9.000 millones de euros en vencimientos de deuda, pero sólo tendría liquidez para afrontar 5.000, según analistas de esta entidad citados por The Daily Telegraph.

Esta noticia ha corrido como la pólvora en los mercados y el bono portugués ha sufrido a lo largo del día una enorme volatilidad, con sus bonos a diez años escalando varias décimas en la rentabilidad ofrecida. Al cierre de esta edición la misma era de 8,7% tras un comienzo del día al 8,3%.

El Gobierno portugués ha negado sin embargo que no tenga liquidez para afrontar estos pagos, aunque desde Lisboa se ha confirmado que la situación empeora por momentos. Desde Bruselas ya se preparan para que las autoridades lusas soliciten un rescate financiero que los expertos valoran en unos 80.000 millones de euros.

El aviso de Moody´s y las afirmaciones de Barclays Capital han coincidido, además de con los resultados de las pruebas de solvencia de la banca irlandesa y con el inicio del foro del G-20, con una rebaja de cuatro bancos griegos por parte de otra calificadora: Standard & Poor´s. Curiosamente, hasta hace unos meses Barclays Capital era un accionista importante de ambas agencias que, por otra parte, comparten a algunos inversores como BlackRock o Capital World Investors.

Diversos analistas han destacado la importancia que encierra el foro del G-20 que ha comenzado en China porque en él, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, tratará de imponer un régimen de estabilidad en las monedas internacionales. El líder galo ha pedido para ello la colaboración del gigante asiático, que ejerce un gran proteccionismo sobre el yuan. Pero Pekín no ha cedido.

Para Sarkozy, “sin reglas, el sistema monetario internacional y financiero es incapaz de anticipar las crisis, las burbujas financieras y la expansión de los desesquilibrios”. Pero el vice primer ministro chino, Wang Qishan, le ha contestado que “el proceso de reforma será a largo plazo y complejo”.

Estos expertos aseguran que si, hoy por hoy, los grandes bancos asiáticos deciden vender deuda de los países periféricos, el euro sufrirá una gran depreciación, algo a lo que es contrario el Banco Central Europeo (BCE), que probablemente incrementará los tipos -en el 1% actualmente- este mes de abril para mantener el valor de la moneda en las cifras actuales; por encima de los 1,40 dólares.

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