China e India mantienen su apuesta nuclear

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China e India mantienen su apuesta nuclear

Dos de las principales potencias emergentes del momento, China y Asia, han ignorado las reacciones anti nucleares que han tenido lugar ya en países como EEUU y Alemania. Desde Nueva Delhi y Pekín, las autoridades han comentado que sus necesidades energéticas pasan por la industria nuclear. En Europa, los valores asociados a la industria caen estrepitosamente, con las aseguradoras liderando las caídas.

En la Bolsa de Zurich, Swiss Re se desplomaba a media mañana un 4,17%, mientras que en Francfort Munich Re lo hacía un 2,73%. También los valores energéticos sufrían las consecuencias de la tragedia nipona, como por ejemplo la alemana RWE (-2,10%) o la eléctrica italiana que preside Borja Prado, Endesa (-2,31%).

«Nuestro país tiene mucha hambre de energía», dijo el presidente de la Comisión de Energía Atómica de India, Srikuman Banerjee, durante una conferencia celebrada ayer en Mumbai. Actualmente, el 40% de la población del país (1.200 millones de habitantes) carece de acceso energético.

En China, cuyo país mantiene el plan de expansión nuclear más ambicioso del mundo el secretario de Estado del Ministerio de Medio Ambiente, Zhang Lijun, dijo tras conocer la catástrofe nipona que las dificultades que atraviesa Japón no iban a alterar el calendario nuclear del gigante asiático.

Además, la crisis nuclear que se está desarrollando en Japón probablemente no detendrá ninguno de los proyectos que se están retomando en Latinoamérica tras dos décadas de permanecer estancados, aunque sí podría aumentar la oposición al desarrollo de nuevas plantas de energía nuclear, según informa The Wall Street Journal.

Argentina y Brasil están gastando miles de millones de dólares para completar las centrales nucleares que quedaron abandonadas en la década de los 80, y estudian nuevas plantas, mientras que Chile por primera vez está contemplando el uso de energía nuclear como una forma de diversificar su matriz energética y reducir el uso de las costosas importaciones de combustibles fósiles y la energía hidroeléctrica en zonas propensas a las sequías.

Un informe elaborado por la Organización Mundial Nuclear (WNO, por sus siglas en inglés) ya predecía lo acontecido en Japón. Según este informe, desde hace más de una década se vienen registrando anomalías en varias centrales niponas por estar ubicadas en terreno extremadamente sensible a los seísmos.

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