El gobierno de Grecia ha contratado a dos grandes bancos para que realicen y gestionen la recompra “voluntaria” de su deuda a mediados del mes de diciembre, mediante la cual el país mediterráneo podría reducir el volumen de su exposición a los mercados. Los dos nombres que ha confirmado un funcionario del Ministerio de Finanzas heleno son por todos conocidos: Deutsche Bank y Morgan Stanley.
Esta fuente, consultada por Reuters ha dicho que la entidad germana va a ser el principal gestor de la operación, en la que el banco estadounidense se limitará a figurar como agente de acuerdo. Esta recompra de deuda podría presentarse formalmente el próximo lunes, después de que la pasada madrugada del martes los ministros de Finanzas del Eurogrupo acordasen con el Fondo Monetario Internacional (FMI) tomar medidas para que la deuda griega sea sostenible.
Sin embargo, no son pocos los analistas que han cuestionado el atractivo que puede generar el llamamiento. Una de las propuestas es prestar a Grecia alrededor de 10.000 millones de euros del fondo de rescate FEEF de la zona euro, lo que permitiría que compre deuda valuada en alrededor de 30.000 millones de euros, recortando sus obligaciones pendientes por alrededor de 20.000 millones de euros.
Los funcionarios helenos citados explicaron que la recompra tendría un costo tentativo de unos 35 centavos por cada euro de valor nominal. Sin embargo, las autoridades griegas aún no han especificado a qué precio ofrecerá la recompra de deuda a los tenedores privados de bonos.
La recompra «tiene que funcionar», explicó el ministro de Finanzas, Yannis Sturnaras, aunque aseguró que también «hay un plan B» para el caso de que el proceso fracase, aunque no quiso desvelarlo. Sturnaras confirmó también que la mayor parte del tramo del rescate de 34.500 millones de euros aprobado por Bruselas se dedicará a la recapitalización de los bancos y al pago de las deudas del Estado con las empresas privadas.
