Los últimos datos recogidos en EEUU muestran que los embargos hipotecarios generados por la crisis financiera se incrementaron un 3,6% en julio en comparación con el mes anterior, aunque cayeron un 9,7% en comparación con las cifras obtenidas en los 12 meses anteriores.
En julio se tramitaron más de 325.000 peticiones de embargo en EEUU, y los prestamistas incautaron un total de 92.858 propiedades, siendo éste el segundo mes con mayor número de incautaciones tras mayo de 2010, cuando las entidades financieras se adueñaron de 93.777 viviendas. Se alcanzó así un número récord de ciudadanos que perdieron sus hogares hipotecados a causa del impago.
El mercado inmobiliario estadounidense atraviesa desde hace algún tiempo una profunda crisis que se ha visto agravada en el segundo trimestre de este año, ya que ha crecido el número de embargos en comparación con la cuota registrada el año anterior.
Los impagos hipotecarios están disminuyendo y parecen haber tocado fondo en los Estados donde comenzó la crisis hipotecaria, es decir, California, Florida y Nevada. Por eso son muchos los economistas que creen que ya ha pasado lo peor, aunque aún queda un largo camino que recorrer. Pero ahora son otros Estados como Utah, Idaho, Illinois y Colorado los que están sufriendo los efectos de la crisis del mercado inmobiliario.
Según el Departamento de Trabajo, las solicitudes de desempleo subieron en el mes de julio y la tasa de desempleo se situó en el 9,5%. Actualmente hay 14,6 millones de estadounidenses sin trabajo y se ha registrado una disminución del gasto de los consumidores, lo que unido a la debilidad del mercado inmobiliario puede devolver la economía del país a la recesión.
