El primer paso para la normalización de las relaciones entre Cuba y EEUU no implica el fin del embargo. Sin embargo, tanto cubanos como estadounidenses experimentarán algunos cambios inmediatos. El presidente de EEUU, Barack Obama, y el mandatario cubano, Raúl Castro, han dado un discurso simultáneo esta tarde para aclarar cómo empezarán a normalizarse las relaciones entre ambos países por primera vez en cinco décadas.
De momento, y según informa The New York Times, el histórico embargo se mantiene. Será el Congreso, el próximo mes de enero, quien examine qué hacer con él y cómo desmantelarlo, si finalmente opta por este camino. No obstante, cabe notar que el Congreso es ahora y desde las elecciones legislativas de noviembre una cámara de mayoría republicana, igual que el Senado, por lo que el presidente demócrata podría encontrarse con un escollo importante.
En cualquier caso, la Casa Blanca sí ha anunciado la recuperación de las relaciones diplomáticas con Cuba hasta el punto de estar planeando la apertura de una embajada estadounidense en La Habana por primera vez desde 1961. Obama también ha explicado que se invitará a México para negociar a tres bandas las fronteras marítimas del Golfo de México (un asunto en el que Cuba y EEUU están enfrentados). Por su parte el secretario de Estado, John Kerry, ha recibido la orden de revisar la lista de países que patrocinan o promocionan el terrorismo, y en la que la mayor de las Antillas figura desde 1982. Además, Washington ha prometido que no boicoteará la presencia de las autoridades cubanas en la Cumbre de las Américas que se celebrará en 2015.
En materia de comercio, EEUU ampliará la gama de los productos que se podrán exportar a la isla, haciendo especial hincapié en la exportación de materiales de construcción o productos agrícolas. Además, los ciudadanos estadounidenses podrán importar hasta 400 dólares en productos cubanos (aunque en materia de alcohol y tabaco el límite máximo se sitúa en los 100 dólares). Los visitantes estadounidenses también podrán a partir de ahora utilizar sus tarjetas tanto de débito como de crédito en la isla, mientras que las instituciones podrán abrir cuentas en el sistema financiero cubano.
Los cubanos, por su parte, experimentarán una apertura tecnológica. Así, nuevos sistemas de telecomunicación, hardware y software aterrizarán en el país caribeño junto a la llegada de un Internet menos sujeto a la censura oficial. También se mejorará la red de telefonía que conecta a EEUU y Cuba, permitiendo a empresas de telecomunicaciones llevar adelante el proyecto.
Pero hay más. Washington ha anunciado que suaviza a partir de este momento su política de viajes a la isla gobernada por Raúl Castro. De este modo, ahora será mucho más fácil la obtención de visas familiares o para funcionarios públicos, periodistas, grupos religiosos, investigadores o empresarios. Asimismo, se permite un incremento en el envío de remesas (de los 500 dólares trimestrales actuales hasta los 2.000 dólares al trimestre por cada receptor) y los emisores de las mismas no necesitarán una licencia específica para poder efectuar el envío.
