Rajoy y Hollande coinciden en pedir a Juncker rapidez con los estímulos

Rajoy y Hollande coinciden en pedir a Juncker rapidez con los estímulos

Jean Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea

El denominado ‘Plan Juncker’ se fundamenta sobre una base de 13.000 millones de euros de dinero público real y otros 300.000 millones de capital privado. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y su homólogo francés, François Hollande, han pedido al nuevo presidente de la Comisión Europea, el luxemburgués Jean-Claude Juncker, que se apresure con la implementación del conocido como ‘Plan Juncker’, un programa de estímulos a la economía europea valorado en varios miles de millones de euros.

“Deseamos que el plan Juncker se lleve a cabo, amplificado y acelerado”, ha asegurado en la rueda de prensa después del encuentro entre ambos mandatarios Hollande. El socialista galo ha explicado que “debe preservarse el modelo que tenemos”, indicando que se deben continuar los “esfuerzos necesarios para dar empleo a los jóvenes”.

Por su parte Rajoy ha explicado que la mayor parte de la reunión ha versado sobre economía. “El plan Juncker es muy buen plan, necesario, y pediremos que se aplique con rapidez”, ha expresado el presidente, que también ha destacado la importancia de las interconexiones eléctricas y de gas.

En los últimos meses se ha especulado mucho sobre el esperado ‘Plan Juncker’ de inversiones de 300.000 millones de euros, que es la gran baza del presidente de la nueva Comisión para generar crecimiento, crear empleo y reactivar la economía europea.

La intención, según se supo la semana pasada, es movilizar 315.000 millones de euros entre 2015 y 2017 para desarrollar proyectos de interés europeo -en ámbitos como el transporte o la energía- y reactivar la economía europea.

Las cifras son enormes, sin embargo el denominado ‘Plan Juncker’ se fundamenta sobre una base de 13.000 millones de euros de dinero público real -pero no nuevo- procedente de la Unión Europea (8.000 millones) y del Banco Europeo de Inversiones (5.000 millones). El resto se pediría prestado a los mercados o sería capital privado que tenga interés en realizar los proyectos seleccionados. Y esto es así porque las premisas del plan son no generar más déficit o deuda en los países y no ampliar los presupuestos de la UE.

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