El pujante mercado de las aplicaciones móviles se ha visto sacudido en los últimos tiempos por las polémicas surgidas en torno a dos de las aplicaciones más populares del mercado: WhatsApp, que pasará a cobrar una cuota anual a los usuarios de Android; y AppGratis, retirada del AppStore de Apple.
‘Negación, ira, negociación, depresión y finalmente aceptación’, las famosas cinco fases redactadas por la doctora Elisabeth Kübler-Ross, describen bien, salvando las distancias, la reacción de los usuarios de Android a la decisión de WhatsApp de establecer un sistema de pago anual de 0,79 euros para el popular servicio de mensajería.
Tras un sinfín de rumores, malentendidos y numerosas quejas, los usuarios han comenzado ya a aceptar que no hay vuelta atrás en la política de la empresa, más si cabe después de que Jan Koum, presidente ejecutivo de la compañía, haya reiterado por enésima vez que no hay otra alternativa, a pesar de que en un momento se filtró que se podría sustituir el actual sistema de pago anual a cambio de incluir anuncios publicitarios en la aplicación.
En el caso de iOS, el sistema operativo de los iPhone de Apple, WhatsApp también planea cobrar una cuota a los nuevos suscriptores. Desde hace ya cuatro años, la aplicación podía ser descargada de iTunes a un precio de 0,99 dólares (0,89 euros en España actualmente), sin necesidad de pagar cuotas anuales. Los clientes que ya la tienen descargada no volverán a pagar.
La gran favorecida podría ser la japonesa Line, que sí es gratuita y que en sólo unos meses ha conseguido asentarse como la gran alternativa a WhatsApp en el mundo de la mensajería móvil. Sus creadores han anunciado que en España, donde han impulsado una ambiciosa campaña publicitaria con los conocidos rostros de Michelle Jenner y Hugo Silva, el servicio ha sobrepasado la barrera de los diez millones de usuarios.
WhatsApp, con un número de usuarios activos de 200 millones, genera un tráfico de 20.000 millones de mensajes al día.
Si polémica ha sido la decisión de WahtsApp de pasar a ser de pago, no menos lo ha sido la retirada de la popular aplicación AppGratis del AppStore, la tienda virtual de Apple, hasta el punto de que el Gobierno francés ha presentado una queja formal. Así, Fleur Pellerin, responsable de pymes del Ministerio de Economía, planea llevar este caso a la Comisión Europea por considerar “abusiva” y “brutal” la decisión de Apple.
No obstante, la compañía de la manzana mordida ha alegado que la exclusión se ha debido a que la aplicación enviaba notificaciones push no aprobadas por Apple a los usuarios e incumplía varias normas que el fabricante impone a cualquier aplicación que tenga intención de entrar en su tienda virtual.
En ese sentido, Apple ha decidido bloquear las notificaciones push de esta aplicación para todos los usuarios, incluidos aquellos que ya se hubieran descargado la aplicación antes de su retirada. AppGratis, que se dedicaba a ofertar aplicaciones de pago de forma gratuita, deberá de buscar una nueva fórmula de hacer llegar la información a sus usuarios.
