Cae otro de los grandes servidores de descargas, Filesonic

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Cae otro de los grandes servidores de descargas, Filesonic

La página de descargas Filesonic lleva cinco días inactiva y los expertos auguran que este no es más que el principio de su fin, indica el medio especializado TorrentFreak. El servicio de hosting era uno de los diez mayores del mundo hasta que el cierre de Megaupload a principios de año le obligó a modificar su servicio para no incurrir en violaciones del copyright. Pero eso no ha sido suficiente para salvarlo.

La extensión ‘.com’ era la primera en mostrar el mensaje de “servidor no encontrado”, mientras que las demás remitían a un supuesto problema que hacía la página inaccesible, pero a día de hoy todos los dominios han perdido su disponibilidad.

Todo apunta, recogen algunas páginas especializadas como Neowin.net, a que este podría ser el final de la empresa, aunque Filesonic no ha hecho declaraciones al respecto, aunque se conoce que el dominio ‘.com’ ha sido vendido a una compañía con base en las Seychelles, Renovatio Management Limited.

Tras la suspensión de su servicio de descargas, el cyberlocker (nombre que reciben en inglés las páginas de este tipo) pasó a ofrecer únicamente almacenamiento online, eliminando la posibilidad de compartir con terceros usuarios los archivos allí alojados así como poniendo fin a su programa de recompensas por descargas.

Esta decisión, que buscaba escapar a la ira del Gobierno de EEUU y lobbys de la industria cultural y del entretenimiento, supuso una merma en su tráfico de visitantes de cerca del 90% según los datos recogidos por la firma de medición Alexa.

Estas medida, sin embargo, no evitó que la International Intellectual Property Alliance (entre cuyos socios se incluyen la industria discográfica americana RIAA y la cinematográfica MPAA) presentase en febrero de 2012 demandas contra la empresa a la que considera un ‘centro de distribución infractor’.

Y no han sido los únicos denunciantes, ya que tanto Filesonic como el servicio de hosting Oron han sido demandados por un estudio de pornografía, Flava Works, por infracción de su copyright.

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