El creador del término ‘ultrabook’, Intel, acaba de redefinir las condiciones que debe cumplir un portátil para incluirse en esta categoría.
La llegada de Windows 8 ha cambiado las reglas del juego, y ha obligado al fabricante de chips Intel a matizar un poco más el concepto de ‘ultrabook’, indicando la recomendación de incorporar en estos dispositivos pantallas multitáctiles para sacar el máximo rendimiento de este nuevo sistema operativo.
También se ha señalado que los nuevos ‘ultrabook’ deberán tener una mayor autonomía, pasando de una batería de 7 horas de duración a una de 8 horas. En cuanto a conectividad, Intel recoge la necesidad de utilizar la tecnología WiDi, diseñada para facilitar la conexión entre el equipo portátil y las televisiones compatibles para enviar la imagen en pantalla sin necesidad de un cable HDMI.
El fabricante aconseja que estas especificaciones se estandaricen a finales de año, una fecha en la que lanzará sus procesadores Intel Haswell. Además, para ese entonces, el precio de partida de los ultrabook deberá rondar los 599 dólares gracias a una mayor demanda y reducción de los precios de coste de sus componentes.
