Hábitos sociales: lo que se acepta socialmente y lo que no

Vida saludable

Hábitos sociales: lo que se acepta socialmente y lo que no

Conviene reconocer que con los nuevos tiempos otros factores han pasado a ser más determinantes.

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De antaño la moral social ha sido moldeada por diversos factores. El clima, el nivel de educación, las revoluciones políticas y hasta la religión han marcado las formas que acostumbramos guardar como sociedad. Sin embargo, conviene reconocer que con los nuevos tiempos otros factores han pasado a ser más determinantes. Ahora parece ser que los medios de comunicación son los actores más influyentes. Su estrecha relación con las masas y su elevadísima credibilidad les convierte en el ductor ideal. Un buril tan plural como veloz. Es así como principios nada nuevos como la justicia y la ciencia comienzan a moldear nuevos hábitos en la sociedad global.

Hábitos perjudiciales

Pero ¿qué son los hábitos sociales? Son las diferentes costumbres o prácticas que llegan a caracterizar a un grupo determinado de personas o sociedad. Para la ciencia, son comportamientos que se repiten regularmente y que no requieren un razonamiento por parte de las personas. Pero no todos los hábitos son buenos. En esta extensa clasificación entran los socialmente aceptados y los que no lo son. Un buen ejemplo son las adicciones como el tabaquismo. Hasta hace muy poco fumar era algo muy normal, pero ahora es un estigma que muchos luchan por superar. Si eres uno de ellos, prueba este método para dejar de fumar.

El tabaquismo: De lo indebido a lo prohibido

Ahora a muchos fumadores les conviene dejar de fumar. Pero ya no sólo por el principal de los motivos, que es la salud. Hoy hay que estar a tono con una sociedad que ha execrado a uno de sus más viejos hábitos. Sin embargo, para que la defenestración sea completa, en la mayoría de los países se ha apelado a la legislación. Así, se redactan leyes e implementan medidas tendentes a llevar el hábito del tabaquismo a su mínima expresión. Para empeorar las cosas, la llegada del covid-19 ha intensificado la prohibición de fumar en sitios cerrados y trasladado el hábito a calles y terrazas.

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