Bolaños compareció en el Palacio de la Moncloa después de la medianoche para valorar con estas palabras la decisión del Tribunal Constitucional conocida apenas dos horas antes de ordenar la suspensión de la tramitación parlamentaria de la reforma legal por estar acometida vía enmiendas a una modificación del Código Penal.
En una declaración leída ante las cámaras, garantizó que el Ejecutivo actuará “con lealtad institucional” aunque el Poder Judicial haya paralizado “la tramitación de una ley” en el Poder Legislativo en una decisión que, dijo, “no compartimos” ni en el fondo ni en la forma.
A su juicio, lo ocurrido esta noche “es de una gravedad máxima” por el tiempo “inusualmente breve” que ha tardado el Constitucional en actuar, tan sólo cinco días, así como por haber resuelto el debate con “la mayoría más exigua de seis votos contra cinco”.
Añadió que el Ejecutivo “comprende y comparte la preocupación” de la población que no entiende la decisión del Tribunal Constitucional porque “afecta a la separación de poderes”, pero garantizó que la justicia y la verdad “siempre se abrirán camino a pesar de las dificultades”.
Bolaños criticó “a los que han decidido rebasar todos sus límites” con tal de frenar una reforma legal en el Parlamento e insistió en que “el Gobierno seguirá actuando con determinación protegiendo el Estado de derecho”.
El ministro lamentó que el Constitucional “ha detenido la acción legislativa” por primera vez en la democracia española, cosa que “no ha sucedido nunca en los últimos 44 años y no ha pasado jamás en los países europeos”.
Bolaños adujo que “la ley no confiere al Tribunal Constitucional la facultad de paralizar” las leyes, si bien admitió que inicialmente en la democracia sí existía esa posibilidad a través del recurso previo de inconstitucionalidad, pero “en 1995 se derogo” bajo el último Gobierno de Felipe González. “Lo que se pretendía evitar justo ha ocurrido hoy”, remachó.
