El Banco de España avisa de que los ERTE van perdiendo efectividad para volver al empleo

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El Banco de España avisa de que los ERTE van perdiendo efectividad para volver al empleo

El Banco de España pide “focalizar el mantenimiento de las ayudas en las empresas que operan en los sectores más afectados”.

Banco de Espana

Banco de España. Autor: Jaime Pozas

Los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) han demostrado una “elevada efectividad” para facilitar la vuelta al empleo de los trabajadores, pero según avanzó el año la diferencia con aquellos empleados que habían sido despedidos se fue reduciendo. Así lo refleja un Artículo Analítico elaborado por el Banco de España que pide “focalizar el mantenimiento de las ayudas en las empresas que operan en los sectores más afectados” por la crisis.

A pesar de que las restricciones introducidas en respuesta a la pandemia entraron en vigor a mediados de marzo, en el primer trimestre del año ya casi el 4% de los asalariados se vieron afectados por un ERTE, muestran los datos del Banco de España. Este porcentaje se elevó hasta el 21,9% en el segundo trimestre, lo que representa cerca de tres millones de asalariados en el promedio de ese período. El proceso de desescalada desarrollado a partir de mayo permitió reducir esta incidencia hasta el 5,3% en el tercer trimestre. Posteriormente, este porcentaje se mantuvo bastante estable, hasta acabar el año en el 4,7%.

Por tipología de ERTE, casi el 80% del total de los trabajadores acogidos a uno de ellos en el segundo trimestre de 2020 estuvo incluido en un ERTE de suspensión de empleo, mientras que el resto vio disminuida su jornada laboral. Aunque los ERTE de suspensión siguieron siendo mayoritarios en la segunda mitad del año, el porcentaje de trabajadores afectados por reducción de jornada fue incrementándose, hasta situarse en el 38% en el último trimestre de 2020.

Probabilidad de reincorporarse al empleo

Fijado este marco, el análisis del Banco de España muestra que “la probabilidad de reincorporación al empleo en el tercer trimestre, tras pasar por un ERTE en el segundo trimestre, fue 30 puntos porcentuales (pp) mayor que la de acceder a un empleo desde una situación previa de desempleo o inactividad”. Esta diferencia se mantuvo “en valores positivos y levemente significativos”, aunque se redujo hasta 9 pp, para los ERTE iniciados en el tercer trimestre. En el caso de los ERTE prolongados durante el segundo y el tercer trimestre, la mayor probabilidad de retornar al empleo frente a quienes estuvieron parados o inactivos esos dos trimestres se sitúa en un punto intermedio —concretamente, en 16 pp—.

La efectividad de los ERTE

En conjunto, “los resultados obtenidos muestran una elevada efectividad de los ERTE a la hora de facilitar la vuelta al empleo tras las medidas de confinamiento y limitaciones a la actividad de muchos sectores en el segundo trimestre del año”. Los autores destacan que “ofrecieron un mecanismo efectivo de ajuste de los costes laborales de las empresas, que habría acabado favoreciendo la vuelta al empleo tras el progresivo levantamiento de las restricciones a lo largo del proceso de desescalada”.

Ahora bien, los resultados que se obtienen para los ERTE iniciados en el tercer trimestre o para aquellos con una duración más elevada “son menos concluyentes en relación con sus implicaciones de política económica”.

Los economistas del Banco de España recuerdan que “el grado de persistencia de la perturbación se ha acrecentado con respecto a las expectativas al inicio de la crisis sanitaria”. Por tanto, “parece plausible pensar que la ausencia de efectos diferenciales en términos de la incorporación al empleo efectivo de los trabajadores en ERTE en el tercer trimestre frente a los que estaban desempleados o inactivos sea, fundamentalmente, el reflejo  de la prolongación de las restricciones asociadas a la pandemia”.

Desde un punto de vista de política económica, “esto aconsejaría focalizar el mantenimiento de las ayudas en las empresas que operan en los sectores más afectados hasta que se supere la crisis sanitaria”. “Esta protección podría vincularse de forma más directa a la realización de actividades formativas de los trabajadores afectados, que, hasta el momento, ha sido relativamente reducida”, señala el Banco de España.

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