Así lo destaca un estudio de Eurostat, que apunta que los datos mensuales indican un aumento continuo de las tasas de variación interanuales a partir de agosto de 2021, alcanzando el 61% en febrero y marzo de 2023. Esto significa, explica, que los precios del azúcar en la Unión Europea en esos dos meses fueron, de media, un 61% superiores a los de los mismos meses de 2022.
La tasa de variación anual de marzo de 2022 fue casi seis veces menor (11%), mientras que la diferencia es aún mayor dos años atrás, en marzo de 2021, cuando la tasa fue del 1,6%.
En marzo de 2023, detalla la Oficina Estadística europea, las subidas más altas en la inflación anual del azúcar se registraron en Chequia (97,5%) y Estonia (97,1%). Por detrás, Polonia (81,6%), Alemania (71,7%) y Letonia (70,3%).
Ningún país se ha librado de los aumentos. Eso sí, en Hungría y en Luxemburgo han sido más pequeños: un 17% y un 19%, respectivamente. En Bélgica (35%), Bulgaria (36%) e Irlanda (37%) se quedaron por debajo del 40%, mientras que en España se sobrepasó el 50%. En concreto, aumentó un 50,4%.